
5 mayo 2025
Mayo es el mes en que celebramos a las madres, un mes para reconocer su amor, esfuerzo y dedicación. Pero también es el momento perfecto para recordarles que ellas deben cuidarse a sí mismas, no sólo a todos los demás. Y una de las maneras más poderosas de hacerlo es prestando atención a su salud cardiovascular, sobre todo durante y después de la menopausia.
Este es un período que muchas veces se pasa por alto, pero que tiene un impacto profundo en la salud del corazón. Los cambios hormonales disminuyen los niveles de estrógeno, una hormona que protege el corazón, lo que aumenta el riesgo de desarrollar presión alta, colesterol elevado y arterias más rígidas, todos factores que contribuyen a las enfermedades cardiovasculares.
¿Sabías que los síntomas de un ataque al corazón en mujeres pueden ser diferentes a los de los hombres? A menudo, lo que para muchas mujeres pareciera solo una ligera molestia puede estar señalando un problema mucho más grave. Reconocer estas señales puede salvar vidas. Las mujeres solemos experimentar signos menos evidentes de enfermedad cardiovascular, como náuseas, indigestión, fatiga extrema, mareo o vértigo. Estos síntomas suelen atribuirse a causas más “inofensivas”, como el estrés o problemas digestivos, lo que retrasa la atención médica y empeora la situación. Aquí es donde la conciencia juega un papel crucial.
Mientras que los hombres tienden a experimentar dolor en el pecho, las mujeres suelen enfrentar dificultades en arterias más pequeñas y periféricas, lo que produce síntomas más sutiles, como molestias en el cuello, la mandíbula o cansancio extremo. Por ello, es vital estar atentas y saber cuándo algo no va bien.
El momento de prevenir es ahora. Mantenerse activa, comer de manera balanceada, evitar el tabaco y alcohol, y manejar el estrés son pilares fundamentales para mantener el corazón sano. Pero, ¿sabías que ciertos suplementos pueden ser de gran ayuda? La vitamina D3, por ejemplo, es clave para la función cardiovascular y el mantenimiento de niveles adecuados de calcio, manteniendo este dentro de los huesos y evitando que se quede en las arterias. El omega-3, presente en pescados grasos y algunos suplementos, es ideal para reducir la inflamación y mejorar el colesterol bueno (HDL). La coenzima Q10, conocida por su acción antioxidante, ayuda al corazón a generar energía, y el magnesio facilita la relajación de los vasos sanguíneos, promoviendo un mejor flujo sanguíneo y reduciendo la presión arterial.
Sin embargo, recuerda que antes de incorporar cualquier suplemento, es importante consultar con un especialista para saber qué es lo mejor para ti.
La alimentación juega un papel crucial en la salud cardiovascular. Verduras de hoja verde como el brócoli, la col rizada y las espinacas están cargadas de sulforafanos, mientras que las semillas de linaza son ricas en lignanos y la manzana en quercetina. Estos poderosos antioxidantes no solo protegen el corazón del estrés oxidativo, sino que también poseen propiedades anticancerígenas. Incorporar estos alimentos en tu dieta diaria es una forma deliciosa y sencilla de mejorar tu salud de manera integral.
Haz de tu corazón una prioridad. Si eres mujer o conoces a alguna que amas y valoras, no dejes pasar la oportunidad de invitarla a realizarse una revisión anual de su corazón. Prevenir es mucho más fácil que tratar una enfermedad en estado avanzado.
Proteger tu corazón es clave para vivir más y mejor. No esperes a que sea tarde para empezar a cuidar lo más valioso: tu salud.
Fuente: Milenio
Por: Ale Ponce