A veces pensamos que la historia de la humanidad fue escrita solamente por hombres, o quizás pensamos que los aportes femeninos se reducen al apoyo de estos. Sin embargo, a partir de hoy trataremos de dar énfasis a aquellas luchadoras que simplemente nos deben de servir no solo de modelo a seguir, sino también de inspiración.
Hemos elegido para esta primera entrega a una costarricense, destacada no solo en nuestro país, sino también en el ámbito mundial: La señora Ángela Acuña Brown.
Doña Ángela, nació en la ciudad de Cartago el 2 de octubre de 1888. Se dice que tuvo una niñez placentera y en medio de una familia que le permitió su surgimiento en el plano académico. Cursó sus estudios primarios en la escuela Julia Lang y los secundarios en el Colegio Superior de Señoritas entre los años de 1901 y 1905.
En 1906, se traslada a Europa, donde estudia en el Colegio de Priory en Londres y le tocó presenciar un contexto sociopolítico que influiría en su forma de pensar; para ese momento en Europa se libraban luchas sufragistas de las mujeres, lo cual dio como resultado su interés en el papel de las mujeres a lo largo de la historia y la búsqueda de reivindicación de las mismas.
Para 1910, regresa a Costa Rica y en el año de 1912, tras otra lucha se inscribió como la única mujer en el Liceo de Costa Rica, en aras de poder continuar con sus estudios superiores y poder obtener el grado de Licenciatura en Derecho, logró que cumpliera en el año de 1925.
Así las cosas, para 1925 se convirtió no solo en la primera mujer costarricense en ser Abogada, sino también la primera centroamericana en lograrlo, y la primera en obtener dicho logro con honores.
La tesis de grado de la señora Ángela, titulada “Los derechos del niño en el Derecho Moderno” expuso todas las modificaciones al Código Civil que juzgó pertinentes, mismas que sirvieron en 1949 a los legisladores y que se plasmaron como una necesidad trascendental de los tiempos modernos.
Ahora bien, los logros académicos de la señora Acuña, no se limitan únicamente al campo jurídico, destacan entre ellos los siguientes:
- En el ámbito del periodismo tuvo una influencia fuerte. Destacó por la fundación de la primera revista femenina del país “Fígaro” en 1915. Además participa en el primer periódico Mujer y hoy. Por otro lado, a lo largo de su carrera colaboró en el Diario de Costa Rica, La Hora, La Nación, La República, en las revistas Repertorio Americano, Cordelia, Educación y Brecha; así como en revistas mexicanas, cubanas, peruanas, argentinas y colombianas.
- En 1923 funda la “Liga Feminista de Costa Rica”, organización que tuvo un papel importante en la conquista del voto femenino. Asimismo lidera un movimiento internacional denominado “Liga Internacional de Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas”, cuyos objetivos eran luchar por la consecución del voto para las mujeres, desarrollar actividades de bienestar social, educación y campañas antialcoholismo.
- En 1926, en Bruselas, Bélgica obtuvo un título en avicultura.
- Durante el inicio de la década de los años cuarenta, estudió en las Universidades de Columbia, Denver y Dallas en los Estados Unidos.
- Logra en el año de 1941, conseguir un permiso para que las mujeres pudieran desempeñarse como Juezas y Alcaldesas.
- Representó a Costa Rica como embajadora ante la Organización de Estados Americanos (OEA), integró en dos ocasiones la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y durante trece años fue delegada ante la Comisión Interamericana de Mujeres.
- Fue una de las principales gestoras de la lucha por alcanzar el voto femenino, misma que culminó en 1950 cuando “por primera vez” una mujer sufragó en la Tigra de San Carlos. El voto constituyó una victoria fruto de un largo proceso, que incluyó decididas intervenciones en la prensa por parte de Ángela y otras mujeres ya preparadas en la Universidad de Costa Rica, tres solicitudes anteriores presentadas por Acuña al Congreso de la República en 1929, 1931 y 1934, las cuales fueron rechazadas y una gran presión para que los derechos ciudadanos de las mujeres fueran incluidos como temas de agenda en la Asamblea Constituyente de 1948.
- En 1969, Escribió el libro “La mujer costarricense a través de cuatro siglos”, donde realiza una síntesis de los esfuerzos enfrentados y los logros obtenidos.
Todo este trabajo, le valió a la señora Acuña Brown una serie de reconocimientos, entre ellos:
- En 1957 la declaratoria como Mujer de las Américas por parte de la Unión de Mujeres Americanas
- La entrega de un pergamino por parte del Comité Pro celebración del 25 aniversario de la obtención de los Derechos Públicos.
- La obtención del Benemeritazgo de la Patria por medio del acuerdo No. 2191 del 28 de septiembre de 1982.
Ángela Acuña murió a los 95 años en la ciudad de San José, el 10 de octubre de 1983 y un año después de su deceso fue creado por parte del Centro Mujer y Familia – hoy Instituto Nacional de las Mujeres – el Premio Nacional de Periodismo que galardona a los mejores trabajos en pos de la difusión de una imagen positiva de las mujeres, el cual lleva su nombre.
En fin, fue una mujer que se destacó siempre por la defensa de los Derechos Humanos, por anteponer a todo a las mujeres y a los niños, por llevar sus inquietudes más allá y tratar de entablar soluciones justas y equitativas. Una mujer, que luchó, que sufrió, pero que al final logró su cometido.
Después de todo lo descrito, no queda la menor duda, que su entereza, su lucha, sus ganas de de ser mejor y de hacer lo mejor, no deben ser olvidadas; y que día a día debemos proponernos, al igual que ella, dar lo mejor de nosotras mismas ya que es el camino para sentirnos plenas. Ser mujer es un regalo, nada más hay que saberlo aprovechar, no frenarse ante la adversidad y siempre vislumbrar lo mejor que cada una de nosotras tiene para ofrecerle al mundo.