Cineforo sobre auge y caída de un pueblito venezolano: Érase una vez en Venezuela, Congo Mirador

13 de mayo 2024

(Especial Mujer y Ciudadanía) En el marco de la celebración del Día Mundial del Reciclaje, Mujer y Ciudadanía y el Circuito Gran Cine, desarrollaron un cine foro en la sala Ávila del Centro Comercial Líder, donde cada sábado se  ofrece una especial función de entrada libre. En esta oportunidad fue la hermosa pieza cinematográfica documental Érase Una Vez en Venezuela: Congo Mirador, dirigida por la cineasta venezolana Anabel Rodríguez Ríos.

Presentada por Bernardo Rotundo, presidente de Gran Cine; Aixa Armas, presidenta de Mujer y Ciudadanía y las panelistas de esta asociación civil Berlytz Chacón, Francia Chacón, Liliam Quevedo y Crispina Marcano, ante una sala llena atraída por el llamado ambiental, se produjo el cine foro sobre Congo Mirador, que es un pueblito de palafitos, adentrado en el Lago de Maracaibo, la más cercana a donde se produce el Relámpago del Catatumbo, un fenómeno eléctrico natural, que está inscrito en el Libro de Records Guinnes, como único en el mundo.

La historia la recoge la cineasta Anabel Rodríguez entre los años 2013 al 2018 y en ella refleja el auge y la caída de un pueblito de unos 700 habitantes que vivían felices, con  su vida acuática, rudimentaria, pero con los servicios que necesitaban: luz, teléfono, escuela, dispensario, iglesia, gasolina para unas cien lanchas con las que trabajaban el turismo que iba a ver el Relámpago de cerca y hasta un Simón Bolívar sonriente tenían en su plaza sobre el agua. El final trágico de esa acuarela ocurrió por la fatídica decisión de abrir un caño que conectara el Lago con el Rio Catatumbo. Ese caño trajo una gran sedimentación que llenó de barro lo que era agua, acabando con la pesca y los canales de navegación con lo cual también se acabó el turismo y la vida ancestral de esas personas que se vieron obligadas a emprender una dolorosa y surrealista migración de un idílico lugar que en otras condiciones, y con un poco de interés en conocer su realidad, seguramente Congo Mirador hubiese sido un ícono turístico de nuestro devenir paradisíaco.

Periodista Berlytz Chacón
Mujer y Ciudadanía

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