Las enfermedades cardíacas afectan indistintamente a ambos géneros, pero las mujeres tradicionalmente han tenido más dificultades para recibir un diagnóstico correcto
Fuente: La Vanguardia
25 de octubre 2023
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte tanto entre las mujeres como en los hombres. Dentro de este conjunto de patologías, hay distintos tipos de problemas del corazón, pero las enfermedades de las arterias coronarias son las más habituales. Suelen avanzar lentamente en el tiempo y producen un estrechamiento de las arterias. Este proceso puede derivar en angina de pecho (cuyo síntoma principal es dolor agudo en el pecho), en arritmia (los latidos no siguen el ritmo correcto) o en fallo cardíaco (el corazón no es capaz de bombear el caudal de sangre que necesita el cuerpo).
Las mujeres tienen tanta afectación de problemas de corazón como los hombres, pero a menudo cuesta más diagnosticarles un problema cardíaco. Hay varias hipótesis que explican este hecho. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos sostiene que las mujeres son “más propensas que los hombres a tener una enfermedad cardíaca ‘silenciosa’, es decir, no tienen síntomas” y añade que “es posible que los profesionales de la salud no reconozcan la enfermedad cardíaca en las mujeres porque sus síntomas pueden ser ‘silenciosos’ y diferentes a los hombres”, lo que puede enmascarar la enfermedad y hacer que el diagnóstico se dificulte. En los últimos años se ha ido mejorando el nivel de diagnósticos correctos.
Todavía existe una cierta diferencia entre ambos sexos ante las enfermedades cardiovasculares. Según la Fundación Española del Corazón (FEC), las mujeres están “infradiagnosticadas e infratratadas” y resulta clave “el retraso en el diagnóstico. La sintomatología en ocasiones es diferente y se han identificado diferentes manifestaciones clínicas en mujeres con un infarto agudo de miocardio, como ausencia de dolor torácico o mayor presencia de dolor en la espalda”. La FEC señala que en ocasiones, en situaciones de menor urgencia, es relativamente frecuente que los síntomas en las mujeres se malinterpreten y se relacionen con otras enfermedades como ansiedad o estrés.
La FEC cita como primera prueba un estudio presentado en Estados Unidos hace quince años que descubrió que cuando un hombre y una mujer acudían con los mismo síntomas a una primera visita en el servicio de salud “si la mujer explica que se encuentra en un momento de mucho estrés en su vida, sus síntomas se achacan erróneamente a esa causa, mientras que en el caso de los varones, se diagnostica correctamente una enfermedad cardiovascular”. Esta organización alerta a las mujeres “sobre la necesidad de cuidar su salud y dar más importancia a determinados síntomas de enfermedades cardiovasculares que, a veces, en un primer momento, pueden achacarse a otras causas”.
Hay que dar importancia a síntomas de enfermedades cardiovasculares que pueden confundirse con otras patologías
El tipo más frecuente de enfermedad cardíaca en mujeres, igual que en hombres, es la enfermedad de las arterias coronarias. Existen, sin embargo, algunas tipologías de enfermedades del corazón que son menos frecuentes, pero que afectan a las mujeres en mayor medida que a los hombres. Por ejemplo, la enfermedad coronaria microvascular. Es más difícil de diagnosticar por que las obstrucciones en las arterias son muy pequeñas y resulta más difícil detectarlas. Produce contracciones inesperadas y dolor en el pecho por espasmos. Es un problema del corazón que aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardiaco. Otro problema puede ser el síndrome del corazón roto. También causa dolor en el pecho y puede confundirse con un infarto. La causa es un estrés intenso. A las mujeres les suele afectar en mayor medida después de la llegada de la menopausia.
Precisamente, a la hora de señalar qué mujeres tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, nos encontramos con que una vez llega la menopausia las posibilidades aumentan. Las mujeres pueden desarrollar enfermedades cardíacas a cualquier edad, pero su riesgo aumenta después de que cesan sus períodos, algo que suele pasar alrededor de los 55 años. Antes de ese momento, el cuerpo femenino produce más estrógenos, una sustancia que actúa como protector ante posibles problemas cardíacos. Es por esta razón por la que las mujeres, frecuentemente, desarrollan la enfermedad de las arterias coronarias diez años más tarde que los hombres. Durante y después de la menopausia, los niveles de estrógeno disminuyen y aumenta el riesgo de enfermedades del corazón. Otro factor que aumenta el riesgo es tener antecedentes familiares de problemas cardíacos.
El riesgo de desarrollar problemas de corazón en las mujeres se incrementa
tras la llegada de la menopausia
El embarazo es otro momento de la vida en la que se somete al cuerpo a un estrés mayor del habitual porque pueden producirse diversos cambios corporales negativos para el corazón, como el aumento de la tensión arterial o la aparición de una anemia. La endometriosis, la diabetes, la obesidad y el colesterol son otros problemas a evitar. Como resumen de la situación, una publicación de la Sociedad Española de Cardiología señala que “la enfermedad cardiovascular en la mujer es más frecuente de lo que pensamos, más grave de lo que esperamos, la diagnosticamos menos de lo que debemos y la tratamos peor de lo que creemos”.
Los síntomas de ataque cardíaco en las mujeres pueden ser distintos de los que presentan los hombres. The Texas Heart Institute advierte que “muchas mujeres que sufren un ataque cardíaco no lo saben. Las mujeres suelen sentir ardor en la región superior del abdomen y pueden tener mareo, malestar estomacal y sudoración. Como a veces no notan el típico dolor en la mitad izquierda del pecho, muchas mujeres podrían pasar por alto los síntomas que indican que están sufriendo un ataque al corazón”. Estos ataques son, en general, más graves en las mujeres que en los hombres. El citado Instituto señala que “e el primer año después de un ataque cardíaco, las mujeres tienen una probabilidad un 50 por ciento mayor de morir que los hombres. En los primeros seis años después de un ataque cardíaco, las mujeres tienen una probabilidad casi dos veces mayor de sufrir un segundo ataque”.