La autora revisa en su última propuesta literaria las claves para sobrellevar la madurez femenina con “dignidad” y con el propósito de vivir experiencias nuevas
Fuente: El Día (España)
Por: Jorge Dávila
14 de abril 2024
Periodista y especialista en asuntos relacionados con la salud femenina y el sexo, Sylvia de Béjar (Manila – Filipinas, 1962) regresa tras triunfar con Tu sexo es tuyo con una guía centrada en la madurez de la mujer. Sí. Una etapa vital en la que hay que revisar lo que has hecho para disfrutar lo que aún está por venir. «Las mujeres nos pasamos la vida pensando en los demás y nos olvidamos de nosotras», afirma.
¿Existe un por qué para ‘Tu cambio es tuyo’?
Porque hacía falta un libro que tratara la crisis de la mediana edad de la mujer. Todo el mundo se centra en la menopausia y en realidad estamos hablando de un periodo de la vida en el que pasan muchas cosas a la vez. No podemos quedarnos siempre en lo biológico y pasar de puntillas sobre los factores emocionales.
¿Qué papel juegan en todo esto las emociones?
Un papel decisivo. El libro intenta dar a las mujeres herramientas para salir de ese atasco emocional: tomar decisiones, descartar lo que no le conviene, aprender a cuidar de sí misma, poner límites a los demás, dejar de sentirse culpable… Esta culpabilidad hace que nosotras regalemos muchas cosas.
¿Suena a una especie de revisión de la vida cuando ya has vivido un montón de cosas?
Más o menos [silencio]. Es un momento en la vida en el que sabes que te estás empezando a hacer mayor y quieres conocer qué es lo que has hecho y cuándo te has puesto por delante de los demás. Lo normal es que hayas colocado siempre a los demás.
“Una persona no está aquí para siempre y ésa es la razón por la que una mujer se empieza a plantear que ha estado engañándose media vida… Ella sabe que no está en este mundo para quedarse”
Vamos, que no es un libro sobre la menopausia.
Escribo de ella, pero no lo es…Claro que hablo de sofocos, pero el libro no está centrado en la menopausia. Eso sólo es una parte de un proyecto en el que la idea básica es cómo ayudarte a priorizar las cosas que te tocan disfrutar en la vida.
¿En esa madurez de la que escribe se dan muchos tabúes?
¿Se refiere a si creemos en muchos mitos que son falsos?
Sí…
…El mito más grande y el más peligroso de aceptar casi siempre es que cuando llegas a esa edad se te ha acabado la vida, que a partir de ese instante es todo cuesta abajo… Yo también creí durante mucho tiempo que había subido una enorme montaña y que ahora tenía que bajarla. El problema es que cuando llegué a la cima me di cuenta que estaba equivocada y que el descenso era maravilloso. Para disfrutar de este paisaje antes hay que realizar un trabajo personal en el que tienes que cuestionarte absolutamente todo… Las mujeres nos pasamos la vida pensando en los demás y nos olvidamos de nosotras. Es como si tuviéramos que rendir cuentas y justificarnos a diario porque nos sentimos culpables de todo… ¡Basta, ponte tú primero y deja de pensar en los demás!
¿El problema, quizás, es que nos quedamos en las capas más superficiales?
Es que tenemos una manera de pensar estereotipada y eso simplifica nuestras vidas. Nos estamos autoengañando. Cuando alguien limita la vida de una mujer al hecho de que está pasando por un periodo de su vida en el que se vuelve loca y que no hay quien la aguante, que es lo más simplón que se puede llegar a pensar, se olvida de todo… Lo primero es que estás delante de un ser humano que tiene muchas aristas emocionales. Esto es lo que hay que romper. ¡Ojo que los hombres también entran en crisis!… Yo les recomendaría que leyeran algún libro para llegar a entender un poco mejor lo que les está sucediendo.
“El boca a oreja funciona muy bien y me quedó con la sensación de que hemos recuperado la normalidad, que no tengo que rezar como lo hicieron muchos de mis compañeros durante la pandemia cuando sacaron un libro y las librerías estaban cerradas”
¿Es un libro pensado para las mujeres?
La parte dedicada al cuerpo la van a comprender mejor las mujeres porque la he escrito para ellas, pero la psicológica la pueden entender los hombres sin problemas… Si una mujer tiene pareja yo la invito a que le preste el libro para que él pueda sacar sus propias conclusiones.
¿Pero en el punto de partida los hombres están excluidos?
Los hombres por lo general, y existen generalizaciones que acaban siendo verdades absolutas, no pueden con lo emocional y piensan que esto de los sentimientos son sólo tonterías hasta que petan. Por eso cuando petan, a veces, se lo plantean… Las mujeres, en cambio, antes de petar ya estamos pensando en no petarlo. En Tu cambio es tuyo (Planeta) hay un capítulo pensado para ellos. Sólo hay que gastar cinco minutos en leerlo y si quieren más pueden seguir [sonríe]. Sólo son unas pinceladas…
“Las mujeres nos pasamos la vida pensando en los demás y nos olvidamos de nosotras. Es como si tuviéramos que rendir cuentas y justificarnos a diario porque nos sentimos culpables de todo…”
¿Está dejando bien a los hombres?
¿Eh? [parece que no ha escuchado bien la pregunta].
¿Qué le está dando bien a los hombres?
No le estoy dando a nadie. Lo que quiero es que lo lean y reconozcan que ellos tienen sus andropausias y otras crisis, pero siempre sólo hablamos de las mujeres.
En uno de los capítulos escribe sobre la dificultad para aceptar lo que está sucediendo.
Es algo que muchas veces rehuimos y una de las razones por la que se ponen las botas con nosotras los fabricantes de cremas, dietas de todo tipo y otros potingues. ¡Esto es un gran negocio!
Hay épocas del año en el que más de la mitad de los anuncios que se contratan en un canal de televisión son perfumes, cremas para frenar el envejecimiento o fórmulas dietéticas.
Eso es cierto y en ellos se empieza a incluir un margen amplio de edades: da la sensación de que cuanto más joven te pillen más cerca vas a estar de los cánones de belleza que te quieren vender… El gasto se incrementa a medida que te haces mayor.
“¿Qué hace una niña de ocho, nueve o diez años poniéndose una crema en la cara? Esto es una locura. Muchas se van a destrozar el rostro porque no tienen ni idea de lo que se están untando a unas edades inapropiadas”
¿Tenemos un problema con la ‘cosmeticorexia’?
Sí que lo tenemos [pausa]. ¿Qué hace una niña de ocho, nueve o diez años poniéndose una crema en la cara? Esto es una locura. Muchas se van a destrozar el rostro porque no tienen ni idea de lo que se están untando a unas edades inapropiadas.
¿La idea del libro es dar a las mujeres una guía para aprender a quererse?
Es lo que toca. Si no lo haces tú no va a venir nadie a hacerlo por ti… Sobre todo, si esa persona sabe que no estás pasando por el mejor momento de tu vida. ¡Hazlo tú!
“Las revisiones biológicas son más difíciles a medida que cumples años”