Fuente: EFE
Por: Ane Amondarain
14 de junio 2024
“La democracia en Latinoamérica nunca va a llegar a ser perfecta si no participan las mujeres”, ha afirmado la directora regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, la uruguaya María-Noel Vaeza, quien está convencida de que la paridad en política es el horizonte hacia el que debe caminar toda la región.
“Todavía, de los parlamentos de nuestra región, el 70 % está integrado por hombres, salvo excepciones”, ha apuntado Vaeza en una entrevista con Efeminista, durante una visita a Quito, con motivo del homenaje a la ecuatoriana Matilde Hidalgo (1889-1974), la primera mujer que logró ejercer el derecho al voto en Latinoamérica hace ahora cien años.
Gracias a la reivindicación del derecho al voto de las mujeres en Ecuador, liderada por Hidalgo, este país andino fue el primero en legalizar el sufragio femenino en Latinoamérica, el 9 de junio de 1924.
Matilde Hidalgo “encarna el heroísmo de mujeres de hace cien años que no eran consideradas ni siquiera ciudadanas” y “ese mismo coraje necesitamos hoy porque no estamos (en la primera línea de la esfera pública)”, ha apostillado la directora regional de este organismo de Naciones Unidas.
Partidos liderados por hombres, el principal escollo
Vaeza ha celebrado la legislación sobre paridad política en países como Ecuador, Bolivia o México, pero también ha instado a los Estados de la región a acelerar el progreso de cara a 2030, con la finalidad de cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Preguntada por las barreras que impiden a las mujeres prosperar en sus carreras políticas, Vaeza ha señalado que el principal escollo son “los partidos políticos, que están liderados por hombres”.
“Se creen dueños de una realidad política que ya no existe” porque, “si se hace encuestas en la población, ésta está pronta para la igualdad” y “para una mujer presidenta”, ha indicado la uruguaya, directora regional de ONU Mujeres desde 2019.
Ha añadido que las “normas sociales” y los “estereotipos” instaurados entre la población no son más que “falta de educación” o “no querer recibir esa educación”.
Más allá de cuotas y leyes de paridad
Para revertir esta situación, la también doctora en Derecho y Ciencias Sociales ha expuesto que no es suficiente con las cuotas y las leyes de paridad, al abogar por la alternancia, de modo que, tras un hombre o mujer electa, en las siguientes elecciones se presente una persona de otro género.
Con el objetivo de que las normas sobre paridad sean efectivas, Vaeza ha instado a los gobiernos, a los organismos electorales y a los tribunales electorales de la región a que velen por que “la legislación se cumpla y más si la igualdad está en la Constitución”.
Asimismo, ha llamado a fomentar la justicia electoral porque “muchas veces se da la paridad pero los candidatos atacan a las mujeres en sus cuerpos o con noticias falsas en los medios sociales”.
La violencia política contra las mujeres “ha aumentado terriblemente”, ha reafirmado Vaeza.
Ante este hecho, la responsable de ONU Mujeres ha advertido de que hay hombres que “no ven que haya una desigualdad o barreras”. Por ello, ha recordado la urgencia de “cuidar los datos” y “contar mucho sobre las estadísticas” para mostrar a los negacionistas de la violencia machista lo que está ocurriendo.
No hay país en el mundo con igualdad
“Creo en la buena voluntad de los hombres y que los tóxicos son los menos”, ha confesado Vaeza, antes de subrayar que es indispensable contar con ellos “para limpiar un camino lleno de toxicidades, de violencia y de corrupción para que las mujeres puedan ejercer otro tipo de política”.
En este sentido, ha recordado que, si bien hace cien años Hidalgo reclamó el derecho al voto, Ecuador no ha tenido una presidenta electa, más allá de los cinco días de mandato de Rosalía Arteaga (6 de febrero de 1997-11 de febrero de 1997), que ocupó el cargo temporalmente tras la destitución de Abdalá Bucaram (1996-1997).
La responsable de ONU Mujeres ha expresado que Ecuador “tiene mucho para mostrar en materia de avance político y de empoderamiento de la mujer”, aunque ha reconocido que “todavía falta mucho, como en todos los países”. “No hay un país en el mundo que pueda decir que hay igualdad. No lo hay”, ha manifestado.
Argentina debe cumplir los tratados contra la violencia machista
Preguntada por los derechos de las mujeres en Argentina, donde el pasado 6 de junio se anunció la disolución de la Subsecretaría de Protección contra la Violencia de Género, el último organismo que quedaba del antiguo Ministerio de Mujeres, Género y
Diversidades, la directora regional de ONU Mujeres ha pedido al Gobierno de Javier Milei que cumpla con los tratados internacionales para acabar con la violencia machista.
“Argentina es muy buena cumplidora de los acuerdos internacionales y tiene una particularidad: estos acuerdos tienen rango constitucional, o sea, van más allá de cualquier legislación nacional”, ha recordado.
El fin de lo que fue el Ministerio de las Mujeres ocurrió el pasado 6 de junio, cuando la titular de la Subsecretaría, Claudia Barcia, presentó su renuncia tras conocer que el Ejecutivo de Milei iba a disolverla para optimizar recursos y supuestamente evitar superposiciones.
Argentina es signataria del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, más conocido como la CEDAW, que recoge, según ha explicado Vaeza, el mandato de “institucionalidad para la defensa de la mujer violentada”.
Asimismo, ha mencionado el deber de cumplimiento del Gobierno argentino de la Convención de Belém do Pará, el primer tratado internacional que reconoció hace treinta años que la violencia contra las mujeres es una violación de los derechos humanos.
Esta Convención abrió camino a una serie de leyes y políticas en los países de la región para visibilizar y sancionar las violencias de género.
“Emergencia nacional” por violencia contra las mujeres
“Mi preocupación es que exista una coordinación institucional para los temas de violencia, porque no es solamente el Ministerio de Justicia y el Ministerio de Derechos Humanos, son muchos los ministerios que deben coordinarse”, ha expresado la experta.
“El Gobierno va a tener muy claro este camino y lo va a fortalecer porque, evidentemente, al no tener un mecanismo de adelanto de la mujer, tiene que coordinar las políticas públicas de seguridad, de defensa y para la protección de las mujeres”, ha incidido.
La directora regional de este organismo de la ONU agrega que la Iniciativa Spotlight, financiada por la Unión Europea y el sistema de las Naciones Unidas, “ha dejado plataformas para entender cuántos feminicidios hay en el país”.
En este sentido, Vaeza ha recordado que Argentina registró 250 feminicidios el pasado año, casi 2.500 en la última década, según el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina, difundido por la Oficina de la Mujer del Supremo.
Por último, la líder de ONU Mujeres en América Latina ha llamado a todos los países de la región a que declaren la “emergencia nacional” por la violencia contra las mujeres para fortalecer la voluntad política y garantizar el presupuesto necesario para su prevención y erradicación. Esta es de las mayores preocupaciones de este organismo, junto a la crisis de los cuidados, que también afecta de manera desproporcionada a las mujeres más pobres de Latinoamérica.
“Ojalá que este sea un tema de política pública de Estado, que se pueda lograr que todos los partidos estén de acuerdo en este sentido”, ha concluido.