Fuente: El País
La terapia, denominada CAR-T, ya ha conseguido la curación completa de personas con cáncer de sangre
articulaciones desde la adolescencia, la joven Thu-Thao volvió incluso a hacer deporte con normalidad. Todavía es pronto para confirmar la eficacia y la seguridad de esta terapia, pero ya van cinco casos similares. El propio Schett es muy optimista y cree que, en una década, los pacientes graves se podrán tratar “con una única infusión de células CAR-T y nada más a partir de entonces, excepto disfrutar de la vida”.
El inmunólogo estadounidense Carl June administró la primera terapia experimental con CAR-T en 2010. El enfermo, Bill Ludwig, era un funcionario de prisiones de 65 años que estaba a punto de morir por una leucemia. Apenas 20 días después, estaba limpio. Y, al cabo de una década, seguía libre de cáncer, tras aquella única infusión intravenosa de células CAR-T. June, de la Universidad de Pensilvania, compara estas curaciones con la de Lázaro, el hombre fallecido y resucitado milagrosamente por Jesucristo en el relato bíblico, según contó la semana pasada en una entrevista con EL PAÍS. “Veo pacientes con cáncer que pensaban que ya estaban muertos y, de repente, bum, están curados”, explicó.
Unas 10.000 personas han recibido tratamientos con CAR-T en el mundo, principalmente contra el cáncer, según las cuentas del propio Carl June. El mayor obstáculo, gigantesco, es el coste. En España, la farmacéutica Novartis cobra unos 320.000 euros por cada paciente. Estos precios exorbitados se justifican en parte por la dificultad de personalizar cada terapia, una tarea que requiere semanas de trabajo de técnicos especializados. El Hospital Clínic de Barcelona, sin embargo, ha logrado desarrollar una alternativa contra la leucemia linfoblástica aguda por unos 90.000 euros. June cree que los precios se reducirán a la décima parte en una década.
Schett admite la complejidad del tratamiento. “Esto no es tomarse una pastilla. Tienes que obtener las células, cultivarlas e infundírselas al paciente, pero es factible y solo hay que hacerlo una vez”, recalca. “No va a ser muy barato, por supuesto. Pero si solo hay que hacerlo una vez en la vida, ahorra muchos costes futuros en tratamientos, por ejemplo frente al fallo multiorgánico y la diálisis”, argumenta.
La reumatóloga María Galindo, del hospital madrileño 12 de Octubre, celebra los nuevos resultados y cree que la misma estrategia podría ser efectiva en otras enfermedades autoinmunes, como la esclerodermia. “Es un grandísima investigación y una gran oportunidad para los pacientes”, proclama Galindo, del comité científico de la Federación Española de Lupus. El lupus eritematoso sistémico afecta a 210 de cada 100.000 personas en España. La experta alerta de que, al margen del precio prohibitivo, las terapias con CAR-T no están disponibles en todos los centros. “Necesitas unas infraestructuras especializadas, una zona blanca en el hospital. Hacer este tipo de tratamientos cuesta mucho, por eso nosotros siempre vamos por detrás de los oncólogos y los hematólogos. Somos la especialidad pobre”, apunta la reumatóloga.