Acciones conscientes para el cambio / Forjando el sendero hacia la transformación
12 de abril 2024
En el intrincado sendero de la existencia, nos topamos con encrucijadas que nos invitan a elegir entre dos sendas dispares: la de la victimización o la del cambio. La elección entre ser una víctima de las circunstancias o convertirse en un agente de cambio define no solo nuestra experiencia personal, sino también nuestra contribución al mundo que nos rodea.
El molde de la víctima nos envuelve en un manto de pasividad y resignación, donde nos vemos atrapados por la ilusión de nuestra impotencia ante los vientos de la adversidad. Nos concebimos como meros contenedores de los embates de la vida, incapaces de incidir nuestro destino o en el universo que nos rodea. En esta prisión mental, corremos el peligro de adoptar una actitud de victimización crónica, buscando refugio en el papel de mártires, anhelando compasión en lugar de soluciones tangibles.
Por otro lado, el camino del agente de cambio nos desafía a asumir la responsabilidad de nuestra propia vida y a reconocer nuestro poder para influir en el curso de los acontecimientos. En lugar de ver los obstáculos como barreras insuperables, los vemos como oportunidades para crecer y evolucionar. Nos convertimos en arquitectos de nuestro destino, utilizando nuestra creatividad, determinación y resiliencia para superar retos y crear un impacto positivo en nuestro entorno.
Convertirse en un agente de cambio no es tarea fácil, no es una senda pavimentada ni exenta de escollos. Requiere coraje para enfrentar la adversidad con valentía, humildad para reconocer nuestras propias limitaciones y voluntad para perseverar a pesar de los contratiempos. Pero también ofrece una recompensa invaluable: la satisfacción de saber que estamos contribuyendo activamente a la creación de un mundo mejor para nosotros mismos y para generaciones futuras.
Cuando optamos por abrazar nuestro papel como agentes de cambio, inspiramos a otros a hacer lo mismo, creando una cadena de transformación que se extiende mucho más allá de una versión propia mejorada, también genera un impacto significativo en el tejido mismo de nuestra sociedad.
Cada acto de coraje, cada paso hacia adelante de cara a la adversidad, se convierte en un faro de esperanza que ilumina el camino para aquellos que buscan encontrar su propia fuerza interior. Entonces, en lugar de ser prisioneros de nuestras circunstancias, podemos convertirnos en los arquitectos de nuestro propio destino, contribuyamos con nuestra huella.
Soy una Agente de cambio y tú.
LA PAZ COMIENZA CONMIGO
*Ana Cristina García: Coach, Impulsora de cambios, Psicoterapeuta, dedicada a las Neurociencias Aplicadas, Conferencista y columnista de temas de fortalecimiento personal, Diplomada como Agente de Cambio de la Universidad Monteávila y Mujer y Ciudadanía, Creadora del Programa Acciones Conscientes para el Cambio ACC7
accristina7@gmail.com