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Fuente: EFE
Las jugadoras del Barcelona y de la selección española Alexia Putellas e Irene Paredes han señalado que “durante bastante tiempo” venían reclamando que se las escuchara, pues habían detectado que “durante demasiadas décadas” ha habido “una discriminación sistemática con el fútbol femenino”.
“Tuvimos que pelear muchísimo para ser escuchadas, eso conlleva un desgaste, un desgaste que no queremos tener, porque lo que nos preocupa es ganar”, ha afirmado Putellas durante una rueda de prensa junto a Paredes previo al partido contra Suecia de la Liga de Naciones, que se disputará este viernes (18:30 horas) en el Estadio Gamla Ullevi.
Las futbolistas profesionales han señalado que lo que pasó en la final del Mundial (el beso no consentido de Rubiales a Hermoso) y la posterior justificación del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) fue “la gota que colmó el vaso”.
“Y ahí dijimos que esto no podía suceder, que no queríamos continuar por ese camino, queríamos que en esa situación que había vivido nuestra compañera y por consecuencia nosotras teníamos que decir: tolerancia cero. Primero por ella, por nosotras y para no marcar precedentes por si esto vuelve a suceder en nuestra sociedad o en el mundo”, ha agregado la doble Balón de Oro.
Alexia Putellas e Irene Paredes hablan
Putellas ha recalcado que la sociedad debe tener claro que existe un proceso judicial en contra de Rubiales y que la víctima de toda la situación es Jenni Hermoso. “Que es la única persona que no ha consentido, no ha provocado nada de lo que ha sucedido ni lo que sucedió en su momento y sus compañeras desde el principio íbamos a estar a su lado”.
El pasado 25 de agosto, las campeonas del mundo cerraron filas en apoyo a Hermoso y anunciaron que no volverían a una convocatoria de la selección “si continúan los actuales dirigentes”. Bajo el hashtag #SeAcabó calificaron de inaceptables las palabras Rubiales tras su comparecencia en la Asamblea de la RFEF y abrieron camino a una ola de indignación mundial que también animó a otras víctimas a hablar sobre sus abusos.
Pese a que se habían declarado como no disponibles, la nueva seleccionadora, Montse Tomé, convocó a la mayoría de futbolistas e incluyó a María León y Patri Guijarro, dos de las 15 jugadoras que en 2022 alzaron su voz para exigir cambios en la institución.
En las negociaciones entre dirigentes y jugadoras se incluyó la posibilidad de que cualquiera que quisiera dejar la concentración pudiera hacerlo sin recibir sanciones. León y Guijarro se fueron al día siguiente.
“No queríamos venir… pero nos quedamos porque creemos que es lo que tenemos que hacer para que los acuerdos se lleven adelante y para que esto vaya avanzando y ya no solo por nosotras, sino creo que también tenemos una responsabilidad sobre la Sub 23″, ha aclarado Paredes.
“Solo queremos jugar fútbol en unas condiciones dignas”
Las jugadoras han puntualizado que “nunca” han pedido a la Federación “poner o quitar nada”, pero que lamentablemente les ha tocado entender que, ante las situaciones que han denunciado desde hace tiempo, no podían seguir siendo solo futbolistas.
“Somos las primeras que queremos ser futbolistas, pero entender que nos hemos tenido que meter en la cabeza que no ha sido posible solo ser futbolistas”, ha dicho Putellas.
“Lo único que queremos nosotras es jugar al fútbol en unas condiciones dignas y en las que se nos respete y ahora mismo o hasta ahora no ha sido del todo posible”, ha agregado Irene Paredes.
Han sostenido que la razón por la que están demandando cambios es para que se llegue a un punto en el que “las jugadoras solo se dediquen a jugar y no tengan que estar pendientes de si el sistema funciona, no funciona, de estar totalmente sin apoyo”, ha dicho la excapitana de la selección.
Y han reprochado al Consejo Superior de Deportes por “llegar tarde” a poner orden en una situación que lleva desarrollándose un mes, después de que la selección femenina se coronara campeona del Mundial de Australia y Nueva Zelanda. “Es verdad que ahora cuando ha entrado el Consejo Superior de Deportes ha entrado de manera muy contundente, y se agradece, pero hasta ahora nos habíamos sentido solas, así lo hicimos saber también”, ha enfatizado Paredes.
“Si esto hace que las mujeres vean que no hay que pasar por lo que ha pasado nuestra compañera, ha valido la pena. Con Jenni el sistema y los protocolos han fallado. Se ha tardado un mes en pronunciarse a favor de nuestra compañera y se sacaron comunicados para desacreditarla”, ha agregado Putellas sobre el papel de la Federación.
“Queremos que esto sea un punto de inflexión”
Las jugadoras han recalcado que están cansadas después de varios días de solo dormir un promedio de cuatro horas, debido a las reuniones que han tenido que mantener para que se produzcan los cambios y con las que creen se marcará “un antes y un después”.
“La luz al final del túnel todavía no se ve, esto es muy muy largo”, ha dicho Paredes sobre las expectativas que tienen tras los acuerdos con la Federación.
Sin embargo, ha afirmado que todas son conscientes de que ahora tienen el altavoz para poder denunciar. “Pero tenemos mucha gente detrás, muchas compañeras, compañeras de otras selecciones, compañeras de otros deportes y mujeres en sus propios trabajos, en sus propias vidas, que están sufriendo casos similares y queremos que esto pueda ser un punto de inflexión donde mirarse y donde puedan levantar la voz y decir ‘a mí también me ha pasado esto’ y erradicar todo tipo de situaciones como las que han pasado”, ha concluido.