Alquiler de vientres: así se enmascara la publicidad de una práctica ilegal en España

Fuente: EFE
Por Laura de Grado
8 de enero 2024

A pesar de la ilegalidad del alquiler de vientres en España y de su publicidad, estrategias de marketing como el uso de eufemismos, la oferta de paquetes vip o de turismo reproductivo, publireportajes o la utilización de personajes famosos que han recurrido a esta práctica, considerada una forma de violencia contra las mujeres, han permitido que siga creciendo.

Desde 2018 hasta 2023, el Observatorio de la Imagen de las Mujeres (OIM) de España ha registrado un total de 91 quejas relacionadas con la publicidad de la gestación por sustitución.

Este tipo de violencia machista permite, mediante una transacción económica, el acceso al cuerpo de una mujer para que geste un bebé que entregará al final del embarazo y sobre el que la madre biológica y gestante pierde cualquier derecho.

La cifra del negocio mundial en 2022 ascendió a 14 billones de dólares y se prevé que, para 2032, pueda alcanzar los 129 billones, lo que supone un incremento de más del 24,5 % de tasa de crecimiento anual, según el estudio The Global Surrogacy Market Report, elaborado por Global Market Insights.

Una práctica ilegal en España

En España, la gestación por sustitución está prohibida y se considera ilegal desde la promulgación de la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida. Sin embargo, sí que se permite la inscripción en el Registro Civil de los bebés que hayan nacido en el extranjero mediante esta técnica, siempre y cuando se cuente con una resolución judicial.

Los registros civiles de los consulados de España en el extranjero recibieron más de 3.500 solicitudes para inscribir a bebés nacidos por alquiler de vientres desde 2010 hasta 2022, según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores en respuesta a una petición de información pública del diario Público.

El cambio legal de 2023, con la reforma de la ley del aborto, refuerza la concepción de la gestación por sustitución como una forma de violencia hacia las mujeres y prohíbe su publicidad por atentar contra su dignidad. Los artículos 32 y 33 del texto han supuesto un avance significativo en la protección de los derechos de las mujeres y la lucha contra la mercantilización de la salud reproductiva.

Hasta esta fecha no le era directamente aplicable la consideración de publicidad ilícita establecida en la Ley General de Publicidad.

A pesar de ello las quejas referidas al OIM evidencian que la publicidad de esta práctica sigue estando vigente actualmente.

Quejas por la vigencia de su publicidad

Entre las 15 entidades denunciadas se encuentran la asociación Son Nuestro Hijos, el Diario de Jerez, el Metro de Bilbao, así como empresas intermediarias como FESCOV y GESTLIFE. Además, programas de televisión y radio como “A partir de Hoy” de TVE, Radio Bilbao de Cadena Ser o la empresa BioTexCom fueron objeto de quejas.

Más recientemente, en 2023, entidades como Interfertility, Universal Surrogacy, Soñando Juntos, el Faro de Vigo, la revista Hola por el reportaje sobre Ana Obregón, I Congreso Internacional de Mujeres y Gestación, y XVI Congreso ANACER han enfrentado alegaciones por promocionar acciones ilegales o realizar publicidad que atenta contra la dignidad de las mujeres.

Las técnicas de publicidad en redes sociales se han vuelto fundamentales para la promoción de la gestación por sustitución, según el texto, que ha concluido que de las 23 empresas cuyas páginas web se han revisado, 15 tienen su localización en España. Aunque no se han identificado campañas convencionales, las agencias de intermediación aprovechan plataformas como las redes sociales o los medios de comunicación para difundir sus mensajes.

Estrategias publicitarias para encubrir el alquiler de vientres

Utilizando eufemismos como “madre sustitutiva”, “padres de intención”o “subrogación altruista”, estas entidades suavizan la realidad de la transacción comercial que implica este proceso.

La publicidad se enfoca en aspectos emocionales, presentando el alquiler de vientres como una opción altruista, idílica y amorosa, además de “un sueño” o “deseo” que cumplir. Para ello recurren a imágenes de rollizos bebes, generalmente blancos y con ojos claros, como reclamo.

“Garantizar legalmente el 100% del nacimiento de un bebé sano”, “utilizando tanto embriones frescos como congelados”, “elegir el sexo del futuro bebé a pedido” o “nuestra propia base de madres y donantes de óvulos del fenotipo europeo, asiático y africano que te permite elegir a tu donante ideal” son algunas de las promesas ofrecidas en este mercado que recoge el OIM.

Como en cualquier otra prestación de servicios del mercado, las agencias intermediarias ofertan diversos paquetes y precios, lo que incluye servicios exclusivos, regalos y “controles de calidad”.

Turismo reproductivo o el ejemplo de famosos

Otras tácticas incluyen el uso de noticias o reportajes que destacan a personajes famosos que han optado por el alquiler de vientres, presentándolos como ejemplos de felicidad, modernidad o cumplimiento de deseos.

Por su parte la estrategia del turismo reproductivo, al asociar esta práctica con experiencias de viaje, busca cambiar la percepción del proceso, generando una sensación de tranquilidad en aquellos que contratan este servicio y minimizando los riesgos y complicaciones, incluyendo los legales.

Incluso algunas agencias se dirigen específicamente a la comunidad LGTBIQ+ en un intento de expandir su mercado. La publicidad se orienta tanto a la gestación como a la donación de óvulos y esperma, buscando presentar modelos de familia que, según ellas, son posibles gracias a la gestación subrogada.

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