Cómo liderar equipos en el mundo hiperproductivo de la IA| Por: Natalia Jasin

Agosto 2024

La Inteligencia Artificial generativa está transformando cómo vemos la tecnología en nuestras vidas, tanto en el trabajo como en el día a día. No solo está cambiando los perfiles profesionales y la forma en que desarrollamos el talento, sino que también nos ofrece asistentes personalizados para resolver cualquier duda y crea esquemas de aprendizaje a medida. La IA nos reta continuamente a imaginar los futuros posibles en un mundo donde la tecnología potencia nuestras capacidades. En este contexto, surge una pregunta clave: ¿Qué habilidades necesitamos para liderar equipos y proyectos en un entorno cada vez más automatizado? ¿Cómo podemos generar entornos donde se prevalezcan los vínculos pero al mismo tiempo se profundice en la productividad?

En esta línea, el Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe (CAF) elaboró una Guía Práctica para el Diseño de Políticas Públicas de Inteligencia Artificial que nos ofrece algunas respuestas interesantes. Estos lineamientos para crear una política de talento para la IA que sea aplicable a todos los sectores de la población implican que se incorpore un aprendizaje constante iniciando en edades tempranas, y se promueva al mismo tiempo el aprovechamiento de las oportunidades que genera esta tecnología, y el manejo de sus riesgos.

Para lograr esquemas que potencien el desarrollo de talento tanto al interior de nuestras organizaciones como a los nuevos líderes, es importante identificar cuáles son los actores que están trabajando en esta línea y que pueden aportar valor para alcanzar los objetivos que nos proponemos. Universidades, centros de formación profesional, centros de investigación, empresas, organizaciones de la sociedad civil y, fundamentalmente, los Estados, tienen hoy el desafío de trabajar en conjunto para que la región sea un semillero de talentos global y exportarlos al mundo entero.

Según el Global Skills Report 2024, elaborado por Coursera, América Latina y el Caribe muestran un fuerte compromiso con la preparación para la IA. La inscripción a cursos de GenAI aumentó un 882% año tras año. Los estudiantes se centran en habilidades tecnológicas emergentes y se preparan para roles como ingeniero de aprendizaje automático e ingeniero de seguridad en la nube. La región se acerca a la paridad de género en el aprendizaje en línea, con un 49% de estudiantes mujeres y un 46% de aprendizaje a través de dispositivos móviles, lo que refleja un cambio hacia un aprendizaje accesible y flexible.

Aquí dejo una inquietud para pensar y seguir profundizando: ¿Qué rol debería ocupar la Universidad frente a este escenario? ¿Qué nivel de calidad y certificación tienen estos cursos? ¿Para los jóvenes sigue siendo relevante el título académico o buscan habilidades/conocimientos que puedan ponerlos en práctica rápidamente, lo que se llama “Learning By Doing”?

Líderes vinculares

En un contexto permeado por la hipervirtualidad ¿qué características debemos desarrollar las personas que ocupamos puestos de liderazgo en la era de la Inteligencia Artificial?

  • Visión Dinámica: la tecnología se transforma cada vez más rápido, la solución no es pensar en un producto o desarrollo de manera estática sino utilizarla como valor en favor de resolver una problemática o generar un impacto positivo en la Sociedad. El propósito define la tecnología, no al revés.
  • Perfil antidisciplinario: no son pocos los pronósticos que anticipan que la tecnología digital terminará con gran parte de los empleos actuales. Según expresa Alejandro Piscitelli en su último libro, “un número indeterminado pero alto (60%) de las profesiones y puestos de trabajo que existirán en una fecha cercana (aunque indeterminada) aún no existe”. En este contexto, el filósofo nos invita a pensar que los profesionales del futuro deben trascender las disciplinas. Para ello, debemos promover espacios de formación diversos, enriquecedores, específicos y generalistas.
  • Recuperar el valor de lo humano: ante todo somos nativos vinculares, esto implica poder tener la habilidad de la empatía (se aprende) y no perderse en la marea de los presagios tecnológicos.  Para liderar el cambio es fundamental tener la capacidad de escuchar, de entender que podemos cambiar el rumbo de una decisión, de consolidar equipos que crezcan en el diálogo y diseñen soluciones a partir de un ámbito en el que prime la colaboración y la construcción colectiva más allá de nosotros mismos o de la organización a la que pertenecemos.
  • Una ética reflexiva: uno de los principales desafíos para liderar cambios en la era de la inteligencia artificial es aceptar que muchos de los preceptos que definían la sociedad en el siglo xix y el siglo xx se han visto en jaque debido a la penetración de la tecnología. ¿Cuál es el límite entre lo privado y lo público en los entornos digitales? ¿Cuáles son los datos que permiten crear tecnologías que beneficien a las personas, pero sin descuidar su privacidad? Estamos frente a un cambio de paradigma en el que marcará, entre otros aspectos, una nueva ética. Estar atentos a eso y participar de estas discusiones es válido y hasta necesario.
  • Generosidad como forma de vida y de trabajo: el mundo está atravesando un proceso en el que los mercados se concentran cada vez más. En este contexto, trabajar multiactoralmente para desarrollar soluciones que agreguen valor e impacten positivamente en la sociedad es crucial. Por eso, cada vez más es necesario que quienes ocupan lugares de liderazgo sean personas con la capacidad de construir círculos virtuosos desde la generosidad y las alianzas estratégicas a largo plazo.

Estas características no pueden depender sólo del esfuerzo de un sector o de un actor. Para que la región pueda posicionarse por su talento en IA es fundamental diseñar una política pública integral que se aplique en todos los sectores de la población. Desde los aprendizajes fundamentales y a edades tempranas, hasta la promoción de espacios de formación profesional y continua. Los líderes del mañana están hoy en nuestras escuelas, y de todos depende que estén preparados para diseñar un futuro mejor.

Natalia Jasin: Directora General y Fundadora de Bounty EdTech

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