26 de septiembre 2023
En esta ocasión especial en el cual se gradúa la novena cohorte del diplomado “Mujeres como agentes de Cambio” que promueve la asociación civil “Mujer y Ciudadanía” junto con la Universidad Monteávila, es propicia la oportunidad para saludar esta iniciativa de capacitación y de empoderamiento femenino , bajo las premisas del concepto del feminismo positivo que impulsa esta organización y que ya permeó a nuestras vidas.
Y precisamente es el feminismo positivo el elemento central del trabajo de Mujer y Ciudadanía que hoy nos convoca, lo asumimos con alegría y con convicción.
Pero hoy también es un día de reflexión y de tristeza pues recordamos el legado de un aliado fundamental de la organización, el doctor Román Duque Corredor, miembro del Consejo Consultivo de la Asociación Civil Mujer y Ciudadanía y artífice teórico del feminismo positivo.
El doctor Duque Corredor siempre estará siempre con todos nosotros.
Decía el doctor Duque Corredor en uno de los muchos artículos que produjo para la revista digital “Mujer analítica” que abro comillas “la situación de desigualdad de la mujer respecto de los hombres Y SU LUCHA POR LA EQUIPARACION, ha hecho que la mujer, se CONVIERTA en la principal protagonista del derecho de igualdad. Y este proceso ha acelerado su desarrollo social, a diferencia de los hombres que se mantienen en la posición tradicional de autoridad”. Cierro comillas
El Dr. Duque Corredor reflexionaba en relación con el rol de la mujer en estos tiempos. Señalaba nuestro maestro que nosotras las mujeres somos los sujetos activos del cambio personal y del desarrollo social integral, al desprendernos de nuestros roles tradicionales mediante una intensa promoción transformadora de la sociedad, a través de la concientización de los principios de “igualdad, equiparación y empoderamiento” .
Estos principios nos han convertido a las mujeres más independientes y autoconscientes de nuestro valor en los niveles laboral, económico, empresarial, tecnológico, cultural, artístico , educativo, político y científico. Incluso en nuestros hogares somos más resilientes y conscientes que los cambios vienen desde adentro, desde la convicción de que la Mujer es tan importante como el hombre en todos los ámbitos de la sociedad.
Esta toma de conciencia ha consolidado poco a poco el feminismo positivo como una conquista social y como un derecho humano.
Y esto es Mujer y Ciudadanía y su diplomado “Mujeres como agentes de cambio”, una conquista social de hombres y mujeres. Y esto también es la Universidad Monteávila.
Es importante expresar que de las nueve cohortes de este diplomado se han graduado más de trescientas mujeres y solo dos hombres, como verán, somos una mayoría contundente. risas
De los dos graduandos masculinos, uno egresó el año pasado, el señor Fidel Oliveros, y hoy egresa Eyner Montero líder del proyecto Petare whassap, un monitoreo de servicios públicos comunitarios en el municipio Sucre. Saludos Eyner…
Esperemos que en las siguientes cohortes se sumen más hombres para acompañar a las mujeres como agentes de cambio. El objetivo está más que claro: servir a Venezuela.
Seguimos
La lucha de nosotras las mujeres por la demanda de nuestros derechos y sin excluir a los hombres es constante. En esa búsqueda de la equidad coincidimos los participantes en este diplomado .
Somos resilientes, responsables, solidarias, creadoras, flexibles, cambiantes; eso lo intuíamos y ahora lo reafirmamos con base en la reflexión y a la toma de conciencia.
Para muchas de nosotras hubo un antes y un después en virtud de que pudimos trabajar en módulos y temas como El liderazgo transformacional con mirada de igualdad, Convivencia y diálogo: Familia y Sociedad, resolución de conflictos, Sicología Positiva, feminismo positivo, Justicia Municipal, Oratoria y manejo de redes sociales, lenguaje inclusivo, La violencia contra las mujeres, Construcción de Ciudadanía y Democracia, La masculinidad positiva, entre otros temas.
Fue una amalgama de información que nos proporcionó herramientas teóricas y prácticas para desarrollar capacidades e incluso descubrir talentos como los de ser negociadores y mediadores efectivos, orientadores en nuestras comunidades y puestos de trabajo, o mejorar la relación con nuestras familias. También desarrollamos facetas como narradores de noticias y de piezas publicitarias para radio y como redactores de textos para las redes sociales de las organizaciones a las cuales pertenecemos y también para nutrir nuestras redes sociales personales.
Y en los trabajos finales floreció la creatividad: hubo la producción de dos videos memorables, se escenificó una obra de teatro, hubo juegos didácticos además de las presentaciones de temas y casos de estudio en el formato tradicional. Todo bajo el rigor académico que exige este diplomado “Mujeres como agentes de cambio”.
Y valga decir que la calidad de los profesores del diplomado es incuestionable; a todos gracias por sus enseñanzas.
En relación con el grupo que hoy se gradúa , puedo afirmar que es heterogéneo, hay dirigentes de partidos políticos, líderes vecinales y sociales, amas de casa, emprendedoras, educadoras, abogadas, microempresarias, una ingeniera, una trabajadora social, una bibliotecóloga, una industriologa y 3 colegas periodistas.
Saludo a mis compañeras de tesis y buenas amigas , Lupe Nieves y a Clara Añez, saludo a Eylin,, Katiuska, Carmen, Karla a Oriana, Olimer y a Eyner, dirigentes sociales de Petare, a Angélica , de los valles del tuy, a Bertiliz, Dianora, Crispina, Xiomara, Thais, Rommy, Norma, Beatriz, Marlene, Yajaira, Silvia, Andreina, Coromoto, Gloria, Ludy, Dianally ,Carmen Luisa y Liliam. Y saludo muy especial a Ana Isabel Rodríguez, nuestra educadora braile, la que vive más lejos, la primera que llegaba y la última que se iba de la universidad.
Todos, desde sus perspectivas, hicieron sus aportes al debate y desde sus perspectivas seguirán apostando por cambios profundos que reclama la sociedad venezolana, esos que nos permitan vivir en paz, en libertad y en progreso. De eso se trata de apostar por un futuro luminoso para nuestro país y para las futuras generaciones.
En otro orden de ideas, deseo destacar el tema de la participación de las mujeres venezolanas en los procesos políticos y electorales.
Las mujeres y los hombres que apoyamos el cambio en la sociedad venezolana respaldamos el ejercicio democrático de elecciones y consultas populares. Estamos convencidos que el sufragio es un derecho que tenemos como ciudadanos y ejercerlo es una obligación política y moral para con nuestro país, en especial con las nuevas generaciones que merecen vivir con esperanza y certidumbre de que sus anhelos podrán cumplirse en Venezuela.
Y en nuestro caso, las mujeres con vocación de servicio social hemos estado conquistando espacios de participación y representación popular en los últimos años; todo progresivamente.
Es de señalar que en la historia contemporánea de Venezuela ha habido momentos que han marcado pauta en cuanto a la participación femenina en procesos electorales
Las mujeres en Venezuela comenzaron a votar en las en las elecciones municipales y regionales a partir del año 1946. El voto para el cargo de presidente de la República era un derecho exclusivo de los hombres. Y para que las mujeres pudieran votar en las el presidenciales hubo que esperar hasta el año 1958, en el inicio de la Democracia.
Y en la Venezuela de 2023, el reto es seguir incrementando la participación femenina en la política y en instituciones en donde se toman decisiones de políticas públicas que impacten positivamente en la calidad de vida del venezolano. Esto contribuirá a la construcción de una sociedad más inclusiva, solidaria y sostenible, sin exclusiones de ningún tipo.
Por eso es tan importante que las mujeres nos formemos académicamente para asumir roles protagónicos en donde nos corresponda.
Estoy segura de que desde los diplomados que dictan Mujer y Ciudadanía y la Universidad Monteávila: Mujer como agentes de Cambio y el de Formación Política y Ciudadana saldrán muchos líderes que gobernarán y que estarán en posiciones de liderazgo en entidades públicas. Y por qué no pensar que un egresado de nuestros diplomados pueda llegar a la Presidencia de Venezuela.
Debo recordar que se avecinan procesos electorales en los próximos dos años. Se trata de las elecciones presidenciales, de alcaldes, concejales, diputados regionales y nacionales y gobernadores. En esos procesos debemos participar masivamente los que queremos un cambio de rumbo.
Y en poco menos de un mes hay otra oportunidad de empoderamiento y participación femenina en un hecho político.
El domingo 22 de octubre se estima que se materialicen elecciones primarias para elegir a la candidata o candidato de la oposición que enfrentará al oficialismo en las elecciones presidenciales del año 2024.
Es de destacar que en ese proceso participan tres mujeres y diez hombres como aspirantes a ser la candidata o el candidato que enfrente al oficialismo en el año 2024. Y en la Comisión Nacional de Primarias de los cinco rectores principales, tres son mujeres. Y dos de ellas, la doctora Mildred Camero y la embajadora Carmen Grijalva han participado en conversatorios con mujeres en distintos puntos de la Gran Caracas, organizados por Mujer y Ciudadanía.
Con mucha satisfacción, las rectoras Grijalva y Camero nos han dicho que en las juntas regionales y en el equipo operativo que llevará adelante las primarias, la participación de lideresas sociales y políticas ha sido de alto impacto.
En estos momentos, las mujeres venezolanas están jugando un papel importante en la política y en el activismo social. De hecho, una buena parte de las egresadas de hoy impulsan diversas actividades que apuntan hacia la reconstrucción de la Democracia.
También deseo expresar mi agradecimiento muy especial a la Arquitecta Aixa Armas y a su equipo de trabajo por impulsar estas iniciativas de formación y de capacitación pese a un entorno muy difícil , en la economía más inflacionaria del mundo, la venezolana. Con pocos recursos y unas ganas enormes de seguir trabajando por el bien común, el Equipo de Mujer y ciudadanía gradúa hoy a su novena cohorte, del diplomado Mujeres como agentes de Cambio, eso es algo que nos llena de orgullo.
Sin el ímpetu y la convicción de Aixa, del ingeniero Alejandro Armas así como de Estrella Salazar, y sin el del apoyo institucional de la Universidad Monteávila, estos espacios de formación no serían posibles.
Para finalizar deseaba reflexionar de lo que aspiro en el corto plazo para mi país. Este país que tantos cambios reclama desde hace tiempo y que por la alianza de unos pocos con el poder de las armas, inserta a la gente en la desesperanza, la empuja al exilio de la forma más cruel y la somete a la incertidumbre.
Nadie mejor citar que una frase de un visionario como el ex presidente de la República el gran escritor Rómulo Gallegos, en su obra cumbre Doña Bárbara, para definir el anhelo de muchos venezolanos: abro comillas “Y desaparece del Arauca el nombre del miedo y todo vuelve a ser Altamira ” . cierro comillas.
Elizabeth Ostos
Licenciada en Comunicación Social egresada de la Universidad Central de Venezuela, Especialista en Periodismo Digital, egresada de la Universidad Monteávila de Catracas, Becaria de la Fundación Internacional de Periodistas (ICFJ), Nueva York, EEUU, Corresponsal internacional basada en Caracas, Asesora y consultora en comunicaciones, Coordinadora de medios de Mujer y Ciudadanía, AC, hoy egresa del diplomado “Mueres como agentes de cambio”, de Mujer y Ciudadanía, ac y la Universidad Monteávila
Felicitaciones a las egresadas de la novena cohorte del diplomado Mujeres como Agentes de Cambio.
¡Que orgullo ser amiga de Elizabeth Ostos!., buena persona, comprometida.
Saludos para todas, y que sigan los éxitos.
Gracias por ser parte de la comunidad de lectores de la revista “Mujer Analítica”