‘¿Dónde vamos a vivir?’, el documental que rinde homenaje a las mujeres que luchan contra los desahucios

Portada del documental ‘¿Dónde vamos a vivir?, de la directora Georgina Cisquella.

Fuente: EFE
Por: Laura de Grado
13 de septiembre 2024

“¿Dónde vamos a vivir?” es la pregunta que cierra el documental con el mismo nombre y en el que la directora Georgina Cisquella sigue a los movimientos sociales que luchan por el derecho a la vivienda, donde “las mujeres tienen un protagonismo fundamental”, para dejar al descubierto una de las “consecuencias más crudas del capitalismo: los desahucios”.

“Si el problema de la vivienda es gravísimo para muchas gente, para las mujeres en particular, mucho mas”, asegura a Efeminista la directora y periodista, Georgina Cisquella.

¿Dónde vamos a vivir? Mujeres contra el desahucio, que se ha proyectado este 12 de septiembre en la Sala Mirador de Madrid, rinde homenaje a las mujeres que han estado en primera línea en la lucha contra los desahucios, y mediante su experiencia hace una radiografía del problema de la vivienda en España.

Fotograma del documental ‘¿Dónde vamos a vivir?’

Mujeres en lucha por el derecho a la vivienda

Cisquella decidió poner el foco en las mujeres porque tras años siguiendo las asambleas se dio cuenta de que “en la lucha por el derecho a la vivienda las mujeres tienen un protagonismo fundamental“, explica.

“Cuando empecé a seguir las asambleas y el movimiento de vivienda, me di cuenta de que las mujeres eran quienes encabezaban el movimiento. El 90 % de las asambleas estaban compuestas por mujeres, y eran ellas las que estaban en las puertas de las casas parando los desahucios”, explica la directora.

Para la periodista y guionista, la importancia de visibilizar el rol de las mujeres en esta lucha es clave, ya que ellas son quienes soportan la peor parte de la crisis de la vivienda. Muchas de las mujeres que aparecen en el documental tienen empleos precarios o incluso trabajos no regularizados, como es el caso de quienes limpian casas o cuidan a ancianos.

La precariedad laboral, sumada a la responsabilidad de sacar adelante a sus familias, especialmente en hogares monomarentales (el 80 % están encabezados por mujeres), las coloca en una situación de extrema vulnerabilidad, explica.

Aunque el documental se centra en la experiencia de las mujeres, Cisquella subraya que el problema de la vivienda afecta a múltiples frentes: “Se puede hablar de mil problemas más, como los jóvenes, la gentrificación o la turistificación”.

De la burbuja inmobiliaria a la burbuja del alquiler

Con esta cinta Cisquella también denuncia que la situación no ha mejorado, a pesar de que los desahucios hayan dejado de ocupar titulares en los medios de comunicación.

“El problema sigue estando ahí, pero ya no se habla de ello. Se ha pasado de la burbuja inmobiliaria a la burbuja del alquiler“, sostiene, y critica, además, que los medios priorizan el debate sobre la ocupación frente a los desahucios, generando una “cultura del miedo” que desvía la atención del verdadero problema.

Según la directora, se ha normalizado que los fondos de inversión compren edificios enteros para especular con los alquileres, lo que ha encarecido los precios hasta el punto de hacer inasequible la vivienda para buena parte de la población.

Entre las reivindicaciones que recoge el documental, se encuentra la urgente necesidad de crear un parque de vivienda pública que pueda paliar la situación.

“El parque de vivienda pública en este país es ridículo. Mientras tanto, las listas de espera para acceder a una vivienda social son inmensas”, denuncia Cisquella.

En el documental también se aborda la demanda de que las viviendas de la Sareb, el banco creado tras el rescate bancario con dinero público, se conviertan en parte de este parque público de vivienda, en lugar de continuar alimentando el mercado especulativo.

El activismo, la fuerza de las personas

Cisquella, que ya abordó la lucha de las trabajadoras de la limpieza de hoteles en su anterior documental Hotel Explotación: Las Kellys, vuelve a poner en valor el activismo como motor de cambio social.

“Siempre me ha atraído la fuerza del activismo, de esas personas que dedican tiempo de su vida a resolver problemas colectivos”, confiesa la directora. En ¿Dónde vamos a vivir?, son precisamente esas voces anónimas, principalmente femeninas, las que se alzan contra un sistema que las ha dejado al margen.

Las historias recogidas por el documental no solo muestran la crudeza de los desahucios, sino también la solidaridad y el apoyo mutuo que surge entre quienes luchan por un derecho tan básico como el de la vivienda.

“Quería que lo más visible fuese el movimiento de la vivienda, esa red de personas que están dispuestas a movilizarse para frenar los desahucios y ayudar a quienes más lo necesitan”, explica.

Con su proyección en la Sala Mirador, la película avanza en su recorrido, con la expectativa de llegar pronto a plataformas digitales y seguir impulsando el debate público.

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