La mujer relató que la última comunicación con Gallo ocurrió el domingo a las 10:57 de la mañana del domingo. Aseguró que Gallo no había viajado a Colombia por una misión oficial, como se había informado inicialmente. Mencionó que habían planificado el reencuentro familiar tras siete meses de separación}
Fuente: Versión Final
14 de diciembre 2024
María Gómez, la pareja del gendarme argentino Agustín Nahuel Gallo, detenido en Venezuela calificó la situación como un “secuestro” y explicó los detalles del caso. Además, desmintió las versiones que vinculaban al agente con una misión en Colombia.
La mujer relató que la última comunicación con Gallo ocurrió el domingo a las 10:57 de la mañana del domingo, cuando él la llamó desde el teléfono de un chofer para informarle que sería llevado a una segunda entrevista tras haber sido retenido en el paso fronterizo entre Colombia y Venezuela. Según Gómez, durante la primera retención, las autoridades le confiscaron y revisaron arbitrariamente el celular. “Le encontraron mensajes míos donde criticaba al gobierno venezolano. Imagino que eso lo perjudicó de alguna manera”, afirmó en una entrevista al medio DNews, reseñó Infobae.
Gómez aseguró que Gallo no había viajado a Colombia por una misión oficial, como se había informado inicialmente, sino que había elegido esa ruta por razones económicas. “Compramos un itinerario de vuelo con escala en Colombia porque no estábamos bien económicamente. Nahuel nunca estuvo en una misión en ese país”, declaró. Agregó que Gallo realizó los trámites de migración en Colombia a las 7.40 de la mañana y cruzó a Venezuela minutos después, donde fue retenido antes de abordar un vuelo hacia Caracas.
Según Gómez, su pareja nunca llegó a tomar el vuelo programado y fue trasladado a Caracas en condiciones que describió como una violación a sus derechos. “Lo sacaron de San Antonio del Táchira y lo llevaron a Caracas sin darle derecho a una llamada. No hay otra forma de llamarlo: fue un secuestro”, sostuvo.
La pareja vive en la provincia de Mendoza junto a su hijo de casi dos años. Gómez mencionó que habían planificado el reencuentro familiar tras siete meses de separación, ya que ella debió viajar a su país natal por temas personales. “Nunca imaginé que esto nos pudiera pasar. Pensamos que, haciendo todo de manera legal, no habría problemas. Si él fuera un espía, no habría cruzado la frontera mostrando su identidad”, enfatizó.
Gómez expresó su desesperación y la de la familia de Gallo en Catamarca, quienes hasta el momento no han recibido información sobre su estado o paradero exacto. “No sabemos si está bien, si está comiendo o si le han hecho algo. Contratamos abogados, pero solo sabemos que lo llevaron en una camioneta negra”, detalló.
En la entrevista, la mujer también criticó la falta de información oficial sobre el caso y se quebró al hablar de la incertidumbre que enfrenta. “No hay palabras para describir el sufrimiento. Hicimos lo imposible para reencontrarnos y ahora vivimos una pesadilla”, concluyó.
Consultada sobre si era conveniente realizar este viaje considerando el contexto en Venezuela, Gómez se sinceró: “Nos ganó el sentimiento de reencontrarnos y a él las ganas de querer abrazar de nuevo a su hijo. Nunca imaginamos que esto nos iba a pasar”.
El caso generó preocupación tanto en Argentina como en Venezuela. Organizaciones de derechos humanos, como el Foro Argentino por la Defensa de la Democracia (FADD), exigieron la liberación inmediata de Gallo y denunciaron la detención como un acto de “terrorismo de Estado” por parte del régimen de Nicolás Maduro.