Fuente: EFE
Por: Sarah Sidki
12 de julio 202
Isa Casanova, conocida por su nombre artístico La Otra, aboga por romper con los discursos politizados en las canciones. Cree que “no siempre son útiles y pueden ser peligrosos”.
“Yo ya he dicho en muchísimas canciones que soy feminista y muy crítica, y ya me he aburrido de seguir autoafirmando mi ideología”, reconoce en una entrevista con Efeminista por motivo de su último álbum Vuelve.
La Otra se dio a conocer en 2015 con Contigo, canción convertida en himno feminista de una generación politizada a través de la música.
“Mucha gente de mi generación nos hemos politizado escuchando música y creo que, hoy en día, ya no es así”, asegura.
La Otra, que inició su carrera musical bajo la influencia del 15M, reconoce que Vuelve nace de “momentos de sombra” y de un “camino de repensar los afectos”, dejando atrás la música militante y abriendo una nueva etapa.
De la música militante a repensar los afectos
Pregunta (P): ¿Cómo nace este álbum?
Respuesta (R): Vuelve nace de las cosas que he ido viviendo y me han ido atravesando. No escojo de qué hablo en las canciones, pero sí filtro las experiencias propias, las cosas que me mueven y que no son solo mías. No creo que tenga mucho interés compartir lo que es solo de Isa.
P: ¿Por qué eligió la palabra ‘Vuelve’?
R: Quería hablar de la naturaleza cíclica de la vida. Hemos mal creído que hay cosas lineales y no siempre pasas por el mismo lugar, pero sí hay muchas experiencias, sobre todo, las que tienen que ver con crecer como persona, que son cíclicas. En este disco he querido mostrar más sombras que en los anteriores. Empecé un recorrido artístico de música militante y ahora me he inspirado en momentos de sombra, de las cosas que nos dan fuerza colectivamente y de mi recorrido por el camino de repensar los afectos.
He elegido llamar al disco ‘Vuelve’ hablando de una vuelta, no cronológica; es un llamado a acercarnos a otras formas de vida de las que cada vez estamos alejándonos más a nivel social. Hay una energía social de alejarse de la digitalización de todo, de la velocidad de las máquinas y los ritmos laborales en los que casi todas estamos atrapadas. Los feminismos han hablado mucho de esto y hay resistencias latinoamericanas indígenas que nos han dado un término, el “buen vivir”.
Mirar a Latinoamérica
P: Hay mucha presencia de ritmos latinos en el álbum
R: Sí, desde siempre en la canción de autor de la península ha habido mucha relación con la canción latinoamericana. Estaría genial decir que me lo he inventado yo, pero la verdad es que no. En mi caso ha tenido mucho que ver con las giras que he hecho por allí, que han sido experiencias de vida importantes. En esos viajes he hecho amistades y me ha impresionado mucho conocer las culturas de esos países. Latinoamérica es un lugar al que cualquier persona europea progresista, por así decirlo, tiene mucho que mirar. Están pasando un montón de cosas a nivel político, social y cultural.
“Estamos saturadas de información”
P: ‘Vuelve’ es distinto a los otros álbumes, es más sentimental y menos político. ¿Por qué?
R: Quería hablar sobre el cambio que ha habido en los códigos de hacer canciones menos explícitamente políticas. Yo ya he dicho en muchísimas canciones que soy feminista y muy crítica, y me he aburrido de seguir autoafirmando mi ideología.
Mucha gente de mi generación nos hemos politizado escuchando música y, hoy en día, no tengo claro que sea así. Tengo la sensación de que la gente que no está politizada huye de los discursos politizados. Sobre todo si son un poco simplistas, cosa que en las canciones sucede porque no es un ensayo de 300 páginas. Yo creo que estamos cansadas de consumir discursos que no están conectados a la acción y necesitamos un descanso del momento histórico que hemos vivido. Hemos creído en la utilidad de los discursos y ahora vemos que no siempre son útiles y pueden ser peligrosos.
P: ¿Por qué las nuevas generaciones se alejan de estos discursos?
R: Porque necesitamos descansar la cabeza un poco. Más que una especie de decepción profunda con la política, tiene que ver con que estamos saturadas de información y de discursos, y en nuestros momentos de ocio queremos parar y escuchar Bad Gyal.
Movimientos sociales inspiradores
P: ‘Contigo’ se ha convertido en uno de los himnos feministas de las jóvenes. ¿Qué le inspiró en ese momento para hacer esa canción y el álbum, P’a fuera y p’a dentro?
R: En ese momento yo formaba parte de un movimiento colectivo en el que estábamos empezando a repensar de manera vanguardista. Siendo tan joven de pronto llegué ahí y fue como si se me encendiera la luz de ver que se puede vivir de otra manera. Darme cuenta de que tengo un lugar en el que poder existir y dejar de sentirme tan dolida sin tener, ni siquiera, nombres para las cosas que me duelen.
Me inspiró esa sensación, también formar parte del movimiento feminista de ese momento y de distintos movimientos sociales. Esta canción salió en 20215, pero yo la escribí antes, por los tiempos del 15M. Fue el momento histórico y los movimientos sociales en los que yo estaba participando, creo que fui una voz que habló de eso cuando no había tantas voces. No estaba tan trillado hablar de estos temas.
P: Desde Contigo hasta Vuelve, ¿Cómo ha evolucionado el feminismo de La Otra?
R: He madurado como persona y ahora entiendo los claroscuros de las cosas. Entiendo mucho mejor la contradicción para reconciliarme conmigo misma en ciertos temas. La mayoría de las cosas no han cambiado: sigo teniendo presente la alianza entre los movimientos feministas y los movimientos LGTB, sigo siendo y seré trans feminista. Mi mirada sobre mostrar públicamente la sexualidad ha cambiado, antes lo tenía más capado y ahora entiendo que puede tener potencia.
Algo nuevo en mi perspectiva es la importancia de lo decolonial y la espiritualidad. Antes, como buena persona europea, entendía la espiritualidad como lo nacional católico. En Latinoamérica, mis compas me ayudaron a entender la espiritualidad vinculada con la defensa de la tierra, del cuerpo como parte de la naturaleza, como algo que no se puede expropiar y que también es territorio de violencia. Me ayudaron a entender la espiritualidad vinculada a la conciencia política.
La música, una “herramienta para sanarnos”
P: ¿Es la música una herramienta de transformación social?
R: La respuesta automática es sí, pero en los últimos años he visto las aristas. Mis primeros años como La Otra se basaron en ese eslogan de que la música es una herramienta de transformación social. Hoy sigo viéndolo así, pero de forma más compleja, creo que la música es una herramienta para sanarnos.
Es un lugar en el que reconocernos y en el que deshacer ciertos nudos. La música, como todo, puede ser algo que reproduce el statu quo y todos los ejes de opresión y mercantilización en los que vivimos sumergidas y, a la vez, tiene un montón de potencial transformador.