Fuente: El Tiempo (Colombia)
Por: María Camila Salas
21 de junio 2024
Un grupo de investigadores de la Universidad de Princeton llevó a cabo un estudio sobre las actividades cotidianas realizadas por mujeres para determinar cuáles aportan mayores beneficios emocionales.
La investigación evaluó 15 actividades diferentes y descubrió que aquellas que generan mayor felicidad incluyen caminar, salir a cenar, y sorprendentemente, la jardinería y la horticultura doméstica alcanzaron niveles similares de beneficios emocionales.
El Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) señala que las mujeres tienden a presentar una mayor prevalencia de condiciones como la depresión, la ansiedad, las somatizaciones y los trastornos del comportamiento alimentario. Estas condiciones están influenciadas por factores psicosociales específicos de género.
Esta realidad subraya la importancia de encontrar estrategias efectivas que ayuden a las mujeres a mantener su salud mental en buen estado. A continuación, profundizamos en las prácticas identificadas y en lo que se ha dicho sobre ellas.
Jardinería y horticultura doméstica: un remedio natural
Anu Ramaswami, una de las autoras del estudio, destacó que la jardinería y la horticultura doméstica pueden tener un impacto positivo significativo en la salud mental de las mujeres.
Según Ramaswami, estas actividades no solo promueven la actividad física, sino que también brindan bienestar emocional.
Aunque tener un jardín propio puede no ser una opción para todas, existen alternativas viables como los huertos urbanos o verticales. Estas alternativas permiten a las mujeres disfrutar de los beneficios de la jardinería sin necesidad de un amplio espacio al aire libre.
Los beneficios incluyen la promoción de la paciencia, la ralentización del ritmo diario y la posibilidad de encontrar paz y tranquilidad, elementos que son menos comunes en otras actividades de ocio.
Otras actividades para mejorar la salud mental de las mujeres
Además de la jardinería, es fundamental que las mujeres participen en actividades de dispersión grupal. Salir con amigas, practicar algún deporte o involucrarse en actividades creativas como la pintura, ver películas o aprender a tocar un instrumento pueden ser muy beneficiosos.
Estas actividades no solo proporcionan una distracción, sino que también ayudan a canalizar la atención, facilitando la concentración y ofreciendo un medio para el desahogo emocional y mental.