Vestida de riguroso negro y con gesto melancólico, la duquesa de Sussex se saltó las normas y se convierte en el centro de atención con esta acción inesperada.
Meghan Markle ha vuelto a ser el centro de atención a su llegada a Londres.
Además de protagonizar el esperado reencuentro con sus cuñados, el príncipe William y su esposa Kate Middleton, todas las miradas estaban puestas en ella para ver sus reacciones y su manera de proceder después de renunciar junto a su marido a la realeza.
Después de la reunión bastante distante entre los hermanos y sus mujeres, la duquesa de Sussex se dirigió a los ciudadanos para hacer lo que indica el protocolo: saludar.
Y ha sido justamente en este momento en el que Meghan ha sido captada saltándose el protocolo y regalando una entrañable imagen.
En medio de la multitud y los gritos de quienes la aclamaban, había una chica que llamó especialmente la atención de la feliz mamá de dos.
Meghan no dudó en acercarse a ella, escuchar lo que tenía que decirle, visiblemente emocionada, y acceder a la petición que le hizo.
Entre el asombro y la admiración de tenerla delante, la joven le pidió un abrazo y la esposa de Harry no lo dudó ni un segundo. “Ella también necesitaba ese abrazo”, han escrito los usuarios de Twitter al ver este entrañable gesto.
Un acto que, según el protocolo, no es algo que se deba hacer. Sin embargo, no ha sido la única. En mayo de este año, su cuñado, el duque de Gales hizo lo mismo con un hombre entre la multitud quien, llorando, le dio un abrazo correspondido.
La cercanía de Meghan ha resultado en comentarios muy positivos y cariñosos hacia ella. Su imagen cándida, algo tímida y menos distante que la de Kate han vuelto a jugar a su favor y el pueblo se ha mostrado encantado con ella, a pesar de las rencillas familiares.