2 de septiembre 2024
Había una vez una niña pequeña, con una imaginación desbordante y un corazón amable. Un día, alguien cuyo nombre no recuerda, le leyó el cuento de Caperucita Roja y el lobo feroz. La niña, que era muy chiquita de tamaño y de edad, sentada en su cama, escuchaba con atención cada palabra, pero a medida que la historia avanzaba, tenía ganas de llorar, su pequeño corazón se llenó de miedo, y comenzó a latir con tal fuerza que sentía que saldría de su pecho.
Imaginaba al lobo acechando a la dulce viejecita encamada, disfrazado con la ropa de su nieta La Caperucita. La idea de que un ser tan temible pudiera habitar en un cuento hizo que quisiera taparse los oídos y los ojos. “¿Por qué nadie se da cuenta del sufrimiento de esa anciana?”, pensaba angustiada. Su mente infantil no podía entender cómo un lobo podía ser tan astuto y peligroso.
Esa noche, mientras la luna brillaba en el cielo, la niña decidió que nunca más aceptaría que le contaran cuentos que le causaran miedo. A medida que crecía, comprendió que muchos relatos estaban llenos de engaños y espantos. Se dio cuenta de que los cuentos podían ser herramientas poderosas, pero también podían asustar a los más pequeños.
Con el tiempo, la niña se convirtió en una joven valiente y sabia. Aprendió que era importante contar siempre la verdad y no dejarse llevar por historias que solo traían temor. Así fue como entendió que las niñas, y todos los niños en general, merecen escuchar historias que les enseñen sobre la bondad y el valor.
Y así, con su nuevo conocimiento, porque además se convirtió en educadora, comenzó a contar historias llenas de valentía y amistad a otros niños. Porque había aprendido que las palabras pueden ser mágicas si se usan con amor y sinceridad.
Moraleja: Siempre digamos la verdad a nuestros niños y niñas; es el mejor camino para crecer sin miedo.
Lérida Mijares es Licenciada en educación, tiene 78 años, vive en El Valle y es amante de los cuentos e historias con finales felices. Asiste permanente a los Talleres que dicta el Centro de Asesoría Legal Padre Olaso, con el apoyo de la asociación civil Mujer y Ciudadanía
Lérida es histriónica, coqueta y apasionada, típica mujer venezolana con mucho empuje y amor por el prójimo.. felicidades por ese cuento ..que sigan los éxitos ..nos seguiremos encontrando en los talleres de los jueves 😊
Tan bella Lerida, siempre ella. Gran Ser humano 👏👏👏