Fuente: EFE
Por: Ane Amondarain
16 de julio 2024
La ajedrecista ecuatoriana Carla Heredia, quien ha cosechado numerosos premios y distinciones internacionales durante la última década, sabe que es una referente para muchas niñas y adolescentes de su país.
“Cuantas más mujeres triunfemos en diferentes campos hace que las niñas de Ecuador sueñen en grande y se la crean”, afirma Heredia en una entrevista con Efeminista, en Quito.
Para la deportista, tener referentes positivos en la política, en las ciencias y en los deportes “contribuye a un país con más igualdad”.
Heredia dice que la visibilidad de las deportistas “tiene que ir a la par de políticas públicas” que garanticen a las mujeres los mismos derechos que tienen los hombres en el ejercicio de su profesión.
Reconoce que se han producido avances, pero quedan muchos retos por conquistar, el primero de ellos: fomentar la participación femenina en el ajedrez.
Estereotipos que alejan a las mujeres del ajedrez
“Por cada cien hombres son diez mujeres las que participan [en campeonatos], lo que sucede también en la universidad con las ingenierías y las matemáticas”, señala.
Heredia apunta a que esto se debe a los estereotipos de género que aún relegan a muchas adolescentes y mujeres jóvenes a las tareas del cuidado y del hogar, lo que obstaculiza su desarrollo educativo y deportivo.
“Muchas chicas tienen que ayudar en casa, no tienen tiempo para la recreación, lo que también pasaba en la pandemia, cuando cuidaban a sus hermanitos y hacían más labores en la casa”, denuncia.
Por ello, reclama más compromiso social e institucional para que “las mujeres puedan participar en el deporte y en la ciencia” a través del fomento de becas.
Y en esa dirección trabajan desde el club especializado de alto rendimiento ‘Ajedrez para la vida’, del que Heredia forma parte.
“Intentamos fomentar la participación de niñas dando becas y cobrando menos de la matrícula, para de esa manera sumar nuestro granito de arena y que las mujeres y el deporte, en este caso, el ajedrez, vayan a la par”, explica.
Campeona nacional 2024
Las victorias de Heredia incluyen más de una decena de títulos, como campeona nacional. Ha participado en cinco Olimpiadas de Ajedrez, es campeona bolivariana, sudamericana y la primera ecuatoriana en clasificarse para la Copa del Mundo femenina.
En 2012, obtuvo el título de Gran Maestra Internacional, que otorga la Federación Internacional de Ajedrez a jugadores y jugadoras que alcanzan un nivel de excelencia.
Tras su último triunfo en el Campeonato Nacional Femenino 2024, Heredia se prepara para participar en dos torneos abiertos en Italia, antes de hacer una parada en Hungría para participar en las Olimpiadas de Ajedrez, entre el 10 y 23 de septiembre.
Sueldos equiparados, pero insuficientes
La deportista expresa que representar a su país “es uno de los trabajos más bonitos”, aunque le duele que “en Ecuador no se ve el ajedrez como prioritario”.
“Si bien los deportes olímpicos tienen muchísima más visibilidad, el ajedrez también ha traído triunfos al país de mi mano y de muchos otros ajedrecistas que han quedado en puestos estelares en mundiales y campeonatos panamericanos y continentales”, añade.
Heredia reclama mayor respaldo a las instituciones, ya que “si hubiera más inversión” habría “más talentos que exportar para competir”.
Si bien los premios económicos están equiparados entre mujeres y hombres, no son lo suficientemente abultados como para poder vivir de ello.
Heredia aboga por que este respaldo institucional se otorgue desde edades muy tempranas para que las niñas y los niños de Ecuador tengan la oportunidad de triunfar en lo que quieran”, no sólo en el fútbol.
“Mientras más oportunidades (haya) en educación y en el deporte, más niños serán felices y tendremos más ciudadanos con pensamiento crítico que hagan las cosas bien”, incide.
Refugio y pasión
Heredia llegó al ajedrez de casualidad con ocho años, animada por sus padres, y este deporte pronto se convirtió en una pasión y en un refugio.
“En la escuela no era tan feliz y lo que siempre me hacía volver era el deporte”, comparte. Reconoce, por ello, que el ajedrez siempre le ha dado “ese escudo o esas fuerzas” para superarse.
De pequeña también le gustaba el fútbol, pero en aquella época “no había una liga (femenina)”, lamenta Heredia.
Por el contrario, en ajedrez no se separaba a niñas de niños en los entrenamientos, una práctica inclusiva que aún se mantiene. Y menciona que ese aspecto fue fundamental porque en su infancia congeniaba más con los niños.
De aquello han pasado más de dos décadas y ahora dice que su mayor orgullo es que sus victorias sirvan para que “alguien, en Ecuador, se olvide de cosas como la violencia y la falta de oportunidades”, para que “no tiren la toalla”.