La lucha silenciosa de las mujeres privadas de libertad en Venezuela| Por: Diannaly Muñoz

15 de abril 2024

A lo largo de la historia, las mujeres han desempeñado un papel fundamental en la sociedad venezolana, contribuyendo en múltiples aspectos que han enriquecido el tejido social y económico del país. Sin embargo, es imprescindible destacar la extraordinaria carga que muchas mujeres enfrentan en su día a día, al asumir no solo una, sino dos o incluso tres jornadas laborales. Esta situación se vuelve aún más desafiante para aquellas mujeres que también son madres, ya que deben cumplir con la crianza y el cuidado de sus hijos, al tiempo que se convierten en el principal sostén económico de la familia debido a la alarmante ausencia de los padres en sus responsabilidades.

Esta situación se complica aún más cuando estas mujeres son privadas de su libertad.

El impacto se traduce en dolor, desconcierto e incertidumbre para todo su entorno, especialmente considerando que la mayoría de las mujeres detenidas provienen de entornos empobrecidos y muchas permanecen años sin condena, atrapadas en un sistema de prisión preventiva generalizada.

Es preocupante la escasa visibilidad que reciben las mujeres privadas de libertad y el silencio que rodea esta problemática. Vale destacar que la infraestructura penitenciaria para mujeres es insuficiente en Venezuela; actualmente solo existe un centro diseñado específicamente para mujeres, el Instituto de Orientación Femenina (INOF) en el estado Miranda, mientras que el resto son instalaciones penitenciarias adaptadas de manera precaria para albergar a la población penal femenina. Se estima que alrededor de 500 calabozos en todo el país sirven como lugares de reclusión para estas mujeres, muchos de los cuales son antiguas oficinas gubernamentales convertidas  en cárceles improvisadas.

A pesar de los avances en el reconocimiento legal de los derechos de las mujeres en el siglo XXI, la realidad tras las rejas revela una brecha significativa entre la legalidad y la vida cotidiana dentro del sistema penitenciario. Es imperativo profundizar y ampliar la lucha por una vida libre de violencia y desigualdades para las mujeres desde todos los ámbitos, reconociendo las raíces culturales patriarcales que también se manifiestan en el ámbito penal, incluyendo sus leyes, su policía y sus instituciones. Es fundamental seguir impulsando acciones que exijan al Estado actuar con base en la dignidad humana, los derechos fundamentales y los tratados internacionales ratificados en esta materia.

Mientras tanto, la lucha silenciosa de las mujeres privadas de libertad es un testimonio de resiliencia y fortaleza.  A pesar de enfrentarse a la privación de libertad y la separación de sus seres queridos, estas mujeres demuestran una increíble determinación para mantenerse fuertes y no caer en la desesperanza. Aunque no puedan ver a sus familias durante largos periodos de tiempo, encuentran la fuerza para seguir adelante, sosteniendo la esperanza de un reencuentro futuro.

Además, estas mujeres encuentran formas de hacer planes, demostrando una notable capacidad para visualizar una vida más allá de las paredes que las rodean.

Su lucha silenciosa es un recordatorio poderoso del espíritu humano y la capacidad de encontrar esperanza incluso en las circunstancias más difíciles.

  • Diannaly Muñoz: Abogada egresada de la Universidad Central de Venezuela. Profesional con un gran sentido de la justicia, alto nivel de experiencia en materia procesal, hidrocarburos, Derechos Humanos de las mujeres y equidad de género y un verdadero interés por asesorar y orientar a particulares para la solución de problemas legales así como su acompañamiento en trámites ante instituciones públicas o privadas, habilidades para redacción de documentos y recopilación de documentación e información. 
    diannalymunoz@yahoo.com

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2 comentarios

  1. Excelente! Se debe seguir visibilizando este tema

  2. Este tema es muy difícil de enfrentar y en mi opinión, algunas personas o instituciones no son diligentes ante esta situación, olvidando que son seres humanos los que estan alli. Independientemente del error cometido deben tener un mejor trato.

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