
sociedad jordana está habituada a la noticias de asesinatos de mujeres, cuyas cifras se han mantenido sin grandes variaciones en el tiempo, pero la brutalidad de algunos de los últimos casos ha provocado una ola de indignación en el país y una reacción contra los llamados “crímenes de honor”.
En los últimos dos meses en Amán, una estudiante ha sido asesinada a tiros por un pretendiente despechado en el interior de la universidad, una joven embarazada de ocho meses ha muerto a martillazos a manos de un vecino y un hombre le ha quitado la vida a su hermana de un disparo por una “disputa familiar”.