7 de marzo 2025
La mujer venezolana ha aprendido a proteger su espíritu y a mantener la esperanza en su caminar bajo la lluvia. Esta lluvia que acompaña los pasos de esta mujer no es una lluvia cualquiera, está cargada de incertidumbre, melancolía, fortaleza, creatividad y esperanza, es particularmente poderosa.
Es un recordatorio de su capacidad para superar la adversidad y su determinación para construir un futuro mejor. Cada gota que corre por su rostro es un preludio de los desafíos que enfrenta con una resiliencia inquebrantable, bien sea en su tierra natal o en ese nuevo lugar donde migro, sola o acompañada con su familia.
La mujer venezolana conoce la lluvia en todas sus formas: desde la llovizna minuciosa y la persistente hasta el diluvio torrencial. Cada día, se arma de valor para sacudirse las gotas de la adversidad, un acto que se ha convertido en un ritual de resistencia, una forma de blindar el corazón contra el frío de la desesperanza y el miedo. No es insensibilidad, sino la valentía de quien se niega a rendirse, de quien lucha cada día por mantener viva la llama de la esperanza, con la convicción de que tiempos mejores iluminarán los cielos de su amada Venezuela.
Así, la mujer venezolana, con su espíritu indomable, sigue adelante construyendo un futuro donde la esperanza florece y la lluvia se convierte en un recuerdo de su fortaleza. ¡Feliz día de la mujer!
Crispina Marcano: Profesora en Ciencia. Sociales, mención Historia. Master en Desarrollo de Grupos Comunitarios. Dra. en Innovaciones Educativas. Docente, Directora Educativa, Coordinadora de Proyectos educativos en áreas de Desarrollo de la inteligencia, Valores y Ciudadanía. Consejera de Protección.
crispinanavas@gmail.com
