Fuente: @EliTrotta
8 de diciembre 2024
“Siria siempre ha sido parte de nuestra historia. Mi abuelo, Habib D’Jamous z”l (luego Gamus), llegó a Venezuela desde Alepo en 1929 con toda su familia.
Como relata mi tía @Paugamus en la historia familiar que escribió, Mil caminos y cinco mil años para llegar aquí: “En Siria hubo presencia judía desde tiempos bíblicos, con aportes extraordinarios al pensamiento y la liturgia judía”. Aunque nadie de nuestra familia volvió a Siria, nuestra cultura familiar tiene raíces profundas en esa tierra lejana.
Cuatro generaciones después, aún usamos palabras y expresiones en árabe que, en muchas ocasiones, nos han permitido conectar brevemente, y con complicidad, con árabes de todo el mundo. Ni hablar de la comida, siempre protagonista de nuestras reuniones familiares. Mi abuela Alegría z”l, famosa por sus manjares, aprendió los secretos de la cocina siria de sus cuñadas, y mi mamá, @gamusraquel, los plasmó en su maravilloso libro ‘La cocina de Alegre’ (disponible en Amazon), imprescindible para quienes aman la comida mediterránea.
La familia de mi suegra, como la de tantos otros judíos, también proviene de Siria, en su caso de Damasco. Desde que la conocí, hemos compartido un código cultural inexplicable, uno de los tantos motivos por los que considero que es la mejor suegra del mundo.
Y bueno, después de tanta historia familiar, hoy nuestros corazones están nuevamente en Siria. Es imposible no soñar con que logren paz y libertad reales, aunque sé lo difícil que es. El conflicto en Siria ha sido inmenso, y el futuro inmediato de su pueblo no parece prometedor. Sin embargo, no puedo evitar emocionarme con las imágenes actuales: presos liberados, refugiados regresando, familias reencontrándose, y estatuas de tiranos cayendo. Y, por supuesto, no dejo de pensar en que ojalá este espíritu se contagie a otros pueblos: de Oriente Medio hasta el Caribe.
A todo el pueblo sirio: mis respetos por su valor y su resistencia frente a la barbarie. Ha caído una larga tiranía que ha causado mucho daño. Mi deseo es que, aunque hoy luzca difícil, el mañana sea mejor: libre, pacífico y, por fin, de reencuentro.”
