Surfergirl, una galería especializada en arte hecho por mujeres en Nueva York

Fuente: EFE
Por Cristina Bazán
16 de enero 2024

La española Marcia Lorente, creadora de Surfergirl, una galería neoyorquina especializada en arte hecho por mujeres, llevaba toda su vida pintando pero nunca había pensado que podía vivir de su arte hasta que un día, entre 2017 y 2018, su familia la animó a exhibir sus obras en una galería de Nueva York, donde vive hace más de 20 años.

Pronto se dio cuenta de que pese a que había futuro en ese camino, las altas comisiones que se llevan las galerías y la poca transparencia que había en aquellos años sobre el valor de las obras, la limitaban.

“Pensé en montar mi propia galería, ya que como había trabajado en temas de marca no me resultaría difícil. Hice un par de exposiciones sola, pero me di cuenta de que tenía ganas de hacer exposiciones de grupo y poder representar a otras artistas. Ahí nació ‘Surfergirl’“, cuenta a Efeminista Lorente, quien explica que todo este momento coincidió con la llegada del #MeToo, lo que también le hizo reflexionar sobre sus referentes artísticos.

Nieta de pintoras que nunca pudieron vivir de su arte, Marcia Lorente tiene muy claro el largo camino que han tenido que recorrer las artistas para recibir reconocimiento. “Nuestra misión es que queremos ver más arte hecho por mujeres en museos durante nuestras vidas. Se estima que en las colecciones actuales sólo el 14% son mujeres”, dice en la descripción de su página web.

“Es muy típico que te pregunten por tus influencias artísticas y yo, claro, me ponía a hablar de mis influencias y eran todas masculinas. En ese momento empecé a prestar atención también al arte que estaba coleccionando y me di cuenta de que apenas tenía arte hecho por mujeres. Entonces decidí que el primer show de “Surfergirl” de grupo sería de mujeres. A partir de ahí arrancó por sí solo y hoy es un éxito”, explica la artista.

Después de ese primer show de grupo, dice, no hubo vuelta atrás en el concepto de “Surfergirl”, que se ha convertido en una galería que diversifica el arte con obras hechas por artistas emergentes y que también lo “democratiza”. “Comprar estas obras es una gran inversión porque ellas claramente van a despuntar. Es un tema de que simplemente no ha habido suficientes ojos viendo el arte de la mujer y dándose cuenta de que es una maravilla”, afirma.

Según datos del Museo Nacional de Mujeres en el Arte de Estados Unidos, el 87 % de las obras de las principales colecciones de los museos son de hombres, sólo el 8 % de las galerías representan más mujeres que hombres, la brecha salarial entre los mejores artistas masculinos y femeninos es de cinco millones de dólares y el 96 % de las obras de arte vendidas en subastas son de artistas masculinos.

Surfergirl, galería especializada en Nueva York

La primera exposición de “Surfergirl” como galería fue en 2020 y contó con la participación de una docena de artistas. Casi todas han sido parte de este proyecto en los siguientes tres años. Para cada exposición, que son tres o cuatro al año, Lorente alquila el

mismo espacio en el Lower East Side de Nueva York y hace un show, un modelo tipo “pop up” que le gusta mucho a sus seguidoras y seguidores.

“Eso me permite cobrar una comisión mucho más baja, porque yo a mis artistas les cobro solo un 20 %”, explica la artista, un valor muy por debajo del 60 % que cobran las habituales galerías. “También me ha dado la flexibilidad de mantener los precios en donde yo quería, para que fuera arte más asequible”, agrega.

“Al principio estaba considerando tener un sitio más permanente y la verdad que no, porque a nuestro coleccionista le gusta la idea de ‘voy a un evento’. Y además eso tenemos ya un grupo de coleccionistas y fans de la galería que nos siguen, tenemos unas quinientas personas en nuestra newsletter”, dice con orgullo.

A muchas de ellas las conoció en ferias y a otras por medio de redes sociales como Instagram. “Para el primer show seleccioné arte que yo coleccionaría. Lo que estoy intentando hacer es mostrar artistas emergentes que no son famosas todavía, pero creo que están en alza”, agrega.

Además de los shows en Nueva York, también empezaron a asistir a eventos, como el Miami Art Basel, considerada la feria internacional de arte contemporáneo más completa de Norteamérica.

Fue gracias a esa feria, a la que en los últimos dos años fueron con un auspicio del Consulado de España, que pudo conocer a más artistas españolas e incluirlas en su elenco. “A Miami en concreto llevamos a dieciocho artistas, que es una barbaridad, pero muy importante porque son artistas que están comenzando su carrera y que de repente su obra se pueda ver y vender en un momento Basel es muy importante”, señala.

Como complemento de la galería, Lorente y su socia Carol Murphy hacen trabajos de consultorías en marketing y trabajan en temas de branding con empresas y marcas a las que les interesa contribuir a cerrar las brechas de desigualdad y cambiar la narrativa sobre las mujeres. “Y ahí también metemos a nuestras artistas, porque mucha son diseñadoras gráficas excelentes. La consultoría está ayudando a financiar a la galería”, precisa.

Así mismo tienen una galería en el metaverso, para quienes deseen comprar las obras fuera de los shows que se programan a lo largo del año.

Mujeres en el mundo del arte

Pese a las estadísticas, Marcia Lorente prefiere ser optimista sobre el futuro. “No me sorprendería que en los próximos 50 años o en los próximos 25 ya la mitad del arte que veas, que se compre y que se venda será de mujeres. Lo que ha habido es una supremacía, todavía absoluta, del género masculino y además de un género masculino muy particular. O sea, había muy poca diversidad de raza o de procedencia. Esas barreras ya se están rompiendo, lo cual es muy muy importante”, señala.

“Históricamente no hay mucho que podamos hacer, pero de aquí a futuro me parece fundamental que la gente sea consciente de la disparidad que hay, porque como coleccionista o como persona interesada en el arte tú vas a entrar en una galería o en un museo y no te vas a dar cuenta probablemente de esta discrepancia de género que hay, para empezar porque en las etiquetas de la obra tú no ves la cara del artista, no tienes ni idea quiénes son y el nombre tampoco te va a decir mucho”, explica.

“Es muy importante que el coleccionista y que el público sepa que hay una discrepancia real, que esto es basado en datos de gente que está estudiando el tema, para cuando vayan a coleccionar y a comprar arte miren más allá de lo que se les está presentando”, agrega.

El tema, dice, es que si las personas sólo ven arte hecho por hombres sólo van a comprar eso. “Que es un poquito lo que me pasó a mí cuando yo monte mi galería que de repente digo: ‘Ay, madre, yo no estoy coleccionando arte de mujeres’, pero era porque no lo estaba viendo. Es muy importante empezar a prestar atención y ver más allá”, reflexiona.

“A lo mejor suena arrogante por mi parte, pero no sorprendería que varias surfergirls acabaran en un pedazo de museo porque la calidad de todas ellas es excelente”, concluye entusiasmada.

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