Fuente: EFE
Por: Ane Amondarain
27 diciembre 2024
La cineasta y productora española María Herrera visibiliza el stealthing, retirarse el condón sin consentimiento, en su cortometraje El cuento de una noche de verano. La autora ha puesto el foco en este tipo de violencia sexual sutil y oculta, que apenas tiene un nombre en español, para denunciar que, a veces, las violencias machistas más comunes son aquellas que no se ven y que vienen de agresores conocidos.
“La idea de este corto surgió de ese vacío de no haber visto nunca representado ni en el cine ni en las series este tipo de violencia y de querer llenar ese vacío porque a nivel personal y de amistades, todas hemos vivido algún tipo de violencia sexual. Sentía que faltaban referentes que nos ayudaran a entender estas violencias porque muchas veces las mujeres las normalizamos y no queremos vernos como víctimas”, relata Herrera en una entrevista con Efeminista.
En esta cinta, producida por Avalon, y que se estrenó en octubre en la Semana Internacional de Cine de Valladolid, se narra la historia de Inés (Olivia Delcán) y Guille (Nacho Sánchez), quienes aunque apenas se conocen, ambos conectan rápidamente mostrando una complicidad inusual para una primera cita. Cuando están a punto de mantener relaciones sexuales, Inés se da cuenta de que no tienen un condón a mano y va en busca de uno. Es ahí donde ella establece sus límites. Sin embargo, pese a que Guille parece aceptarlos, acaba quitándoselo sin consentimiento en medio del acto sexual.
La ganadora de un Goya como productora por el cortometraje Arquitectura emocional 1959 insiste en que es urgente retratar estas conductas machistas desde un enfoque feminista para incidir en el imaginario colectivo y acabar con el tabú en torno al sexo que acaba perpetuando y silenciando estas violencias.
Cambiar el imaginario colectivo en torno a la violación
Herrera, quien ha escrito el guion y ha dirigido esta cinta, explica que en el imaginario colectivo está instaurado que los violadores son monstruos que una se encuentra en calles oscuras. Por el contrario, este corto evidencia que las agresiones sexuales también pueden venir de parte de “alguien que es aparentemente majo y que se pueden producir en un ambiente aparentemente seguro y armónico”.
La directora madrileña (Alcorcón, 1993) comenzó a escribir este guion en 2021, mientras realizada un máster sobre cine en Nueva York. Por aquel entonces, en el Estado de California debatían si el stealthing podía considerarse un delito sexual o no. Mientras que al otro lado del charco, en España, también se deliberaba en torno a la Ley del sólo sí es sí.
Ante este contexto, Herrera se propuso poner el consentimiento en el centro, pero también revelar que “el consentimiento va más allá del ‘sólo sí es sí’ o del ‘no es no'”, ya que a veces las mujeres entran en shock y no son capaces de articular palabra, expresa. En este sentido, incide en que “los eslóganes políticos, pueden quitar complejidad a este asunto”.
“Quería contar una situación donde la mujer no dice nada en el momento (en el que se da cuenta de que su pareja se ha quitado el condón). Es muy difícil decir algo cuando a las mujeres no nos han educado para decir que no, nos han educado para agradar siempre, para ser objeto de deseo y para estar al servicio de la mirada masculina”, expresa e insiste en que “no es tan fácil” alzar la voz.
“Hay una idea de víctima ejemplarizante que siento que responde un modelo patriarcal y quería contar otra situaciones donde no existe consentimiento, pero tampoco hay un ‘no es no’ o un ‘sí es sí’. El personaje femenino del cortometraje tarda en reaccionar porque está en shock”, explica.
Pasar de ser objeto a sujeto de deseo
Herrera aplaude los avances legislativos en materia de consentimiento, pero reconoce que no es suficiente con aprobar leyes, pues apunta que se trata de implementarlas, dotarlas de recursos presupuestarios que garanticen su ejecución y de que jueces y juezas interpreten las leyes a favor de las víctimas.
Mientras tanto, la cineasta considera que el audiovisual también puede funcionar como medio para concienciar a la sociedad. Y es por ello por lo que en esta cinta, la directora apuesta por que en las escenas íntimas, el cuerpo de la mujer pase de ser objeto a sujeto de deseo.
“No hemos visto la sexualidad femenina tan reflejada en la pantalla como sí ocurre con la sexualidad masculina. El placer femenino es un tema tabú. Por eso buscaba narrar una escena de sexo donde el placer femenino estuviera en el centro. He visto muchas escenas sexuales que acaban cuando se corre el personaje masculino o cuando ellos alcanzan el climax a la vez de forma muy peliculera, y no quería eso”, expresa.
Precisamente para que las escenas sexuales se dieran en un entorno seguro y cuidado para ambos personajes, Herrera decidió contratar a una coordinadora de intimidad, una figura que, como sostiene, es importante en estas escenas, pero no por contar con ella se garantiza un espacio seguro. Señala que puede ser una “una medida cosmética” y que no siempre va de la mano con que desde la dirección se esté tratando bien al equipo.
Entre los próximos proyectos que tiene Herrera entre manos, destaca su primer cortometraje: Desde que tú te has ido, una cinta en la que aborda el duelo en una relación de cuidado maternofilial, cuando la madre de 64 años fallece después de estar años enferma y cuidada por su hija.