Decisión tomada/Aixa Armas

25 de agosto 2023

Se siente en el ambiente una sensación de madurez política, se respira un nuevo aire de claridad ciudadana que da fuerza y empuje. La razón es que el pueblo venezolano dio vuelta a la página de la abstención, y asume la nueva táctica política. NO votar a veces es una estrategia válida según el contexto, y cuando esa acción no resulta uno recula, replantea y modifica el plan. Los que llamamos a NO votar en el pasado, evaluamos la ganancia de ese acto, y al no encontrar ningún logro se reformuló el planeamiento como lo hace un liderazgo responsable.

Es motivo de alabanza, en vez de crítica, tener la capacidad de equivocarse, reconocerlo y cambiar el rumbo. La medida de tomar el voto como el plan de ruta en este momento ha sido abrazada con voluntad y solidez. Es por ello que consumar el acto de la primaria del 22 de octubre de 2023, seguir con las presidenciales del 2024, ir a las regionales del 2025, salir a votar otra vez, poner la huella otra vez, constituyen para los venezolanos solo un problema de forma, mas no de fondo; el fondo ya ha sido determinado con la politización ciudadana.

Como madre, como mujer he vivido episodios similares en la democracia como forma de vida. En momentos dificultosos en la casa, que demandan una solución a un problema que acoquina, me doy el tiempo necesario, evalúo el  trance,  analizo las fortalezas y las debilidades, estudio las alternativas, para luego resolver lo pertinente y  comunicar la conclusión con la serenidad que se obtiene de haber escogido adecuadamente el  rumbo certero. Siempre hay un hijo que revira, que entorpece la acción. Lo escuchamos con paciencia, oímos sus argumentos, sus pataleos y rabietas, para reafirmar con firmeza: La decisión ha sido tomada; quedando en el ánimo esa sensación similar a la que hoy se percibe en el país.

Por eso me cuesta entender a veces a los dirigentes. Mientras en el entorno político opositor nacional, los grupos partidistas discuten, se separan, se unen, se enfrentan, se agreden,  se desconocen, se contradicen en el rastreo de la maniobra política adecuada para enfrentar esta crisis, no escuchan dentro de su propio ruido y temores el retumbo de un  pueblo resuelto, impertérrito, que nada ni nadie distrae en la conquista de su propósito: Salir de esta crisis que expulsa a nuestros hijos del país, que mata a los adultos mayores de mengua y expone a nuestra niñez a la desidia y la ignorancia futura; una vez resuelto el asunto de mala gestión, y acallado el grito de tierra arrasada, asumiremos como ciudadanía responsable nuestros sueños y necesidades, y trabajaremos en unidad por los cambios societales pendientes,

No queremos socialismo del siglo XXI, ni XXII, ni estamos dispuestos a vivir sin democracia plena; mucho menos aceptamos un aquí no hay remedio, esto se lo llevo quien lo trajo. Pueden desde todas las mesas políticas patalear todo lo que quieran, pueden retrasar con impedimentos abusivos la salida del mal del siglo XXI, pueden regar el país entero de populismo y miedo, tratar de torpedear la primaria, inhabilitar líderes, despedir periodistas; hagan lo que hagan la resolución de acabar con esta locura de país está emitida por unos venezolanos que al parecer alcanzaron la adultez política.

De modo que aunque parezca indiferencia, apatía,  y a veces hasta indolencia, la vida nacional sigue su ritmo, la gente lleva su rutina en espera del nuevo hito, sin apuros, sin aspavientos, regulando su participación ciudadana, reflexionando  con esa lucidez del ciudadano consciente, con esa seguridad de saber que el poder está en sus manos con el voto democrático, y que es democrático porque la ciudadanía lo va a ejercer desde su democracia; poder que  ejercerá a conciencia, convenientemente, sin desgastarlo. Opinando cuando haya que opinar, manifestando su desacuerdo cuando lo considere necesario, con su participación ciudadana en el momento justo, poniendo su voto estratégicamente, aceptando que los coordinen, rechazando la insensatez, viendo, oyendo y esperando. Porque para los venezolanos: La decisión ya ha sido tomada: El voto democrático es el camino; así de simple.

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7 comentarios

  1. Buen análisis del tema con clara objetividad, reconocer errores y rectificar es madurez con humildad. Comprender el error del rumbo para enderezar el timnon.
    Abrirse paso por rutas sin arenas movedizas, ni marañas de mares desconocidos.
    Votar es una decisión con esperanza
    No votar es tropezar de nuevo con la misma piedra.
    Votar es demostrar la inmensa mayoría a favor de la libertad.
    Votar es pensar en los migrantes idos y con nganas de volver.
    Votar es botar a las s corruptos.
    A favor de la honestidad.

    1. Author

      ¡Gracias estimado amigo!

  2. Excelente!! Confiemos mantengamonos unidos en Voluntad y acciones, todos salir a votar y NO caer en miedos y desánimo. Seguir adelante reconstruir al país. Nadie dijo que sería fácil pero NO imposible.!!

    1. Author

      ¡Gracias por ser parte de la comunidad de lectores de la Revista Mujer Analítica!

    2. Excelente artículo. Hay que votar es el camino en Democracia.

  3. La reflexión de la Dra. Aixa no tiene desperdicio, es excelente. Participar en las primarias es la ruta democrática a seguir para la construcción de la Venezuela de Gracia. El voto es un derecho constitucional y en estos momentos resulta adecuado, pertinente y muy necesario.

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